Cuando se hace una compra online, siempre existe la posibilidad de que algo salga mal. Pero qué ocurre si te empiezan a llegar cientos de paquetes que nunca solicitaste. Ese es el caso de Jillian Cannan, de Nueva York, . Ella empezó a recibir cientos de envíos de Amazon que nunca ordenó. Al inicio creyó que se trataban pedidos de su negocios, pero al abrir uno de ellos encontró miles de soportes para mascarillas en tallas de niños.

“Cuando comencé a recibirlos, llamé a Amazon e intenté devolverlos, pero me explicaron que oficialmente eran míos puesto que habían sido entregados a mi casa”, dijo Cannan a . La mujer ha recibido más de 150 paquetes y ahora hasta empezando a llegar en palets, y no todos son de Amazon.

Algunos han llegado también a través del Servicio Postal de EE.UU. y cada uno tiene la dirección de Cannan sin que aparezca la identidad del remitente. La mujer ha intentado hablar con Amazon para dar con el origen de los cientos de paquetes a través de los números de rastreo y códigos de barras.

“Al principio pensé que se trataba de un fraude, o que alguien estaba intentando limpiar su garaje. Pero creo que ese no es el caso aquí”, dijo Cannan a la . “Pero como todos los artículos son lo mismo, no creo que sea ese el caso”, explicó la mujer que ha ganado la atención de los medios de prensa local.

La compañía estadounidense investigó el caso y finalmente corrigió los envíos, asegurándole que no recibirá más paquetes salvo los que ya están en ruta. No se ha detallado el motivo del error, pero la empresa de comercio electrónico ha explicado que no le quitará a Cannan los artículos que ya recibió.

Su solución al problema

Tras la respuesta de Amazon, Cannan decidió usar el contenido de los paquetes para ayudar, según explica la cadena . La mujer, que tiene un estudio de arte, está trabajando para que el soporte para más mascarillas que recibió vayan para los pacientes de un hospital para niños en su área.

“Estábamos pensando, ‘¿Cómo podemos sacar algo positivo de toda esta historia hilarante?’”, dijo. “Así que mi socio de negocios y yo nos acercamos a un hospital infantil y les propusimos regalar los soportes para las mascarillas junto con crayones y stickers para que los niños puedan entretenerse”, agregó.

Cannan pidió formalmente a Amazon que donara el material que aún falta por llegar a su casa. De acuerdo a la mujer, era lo mínimo que la compañía de Jeff Bezos podía hacer. Y a pesar que hubo una negativa al inicio, la mujer dice que continúa las negociaciones y espera una respuesta final.

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