Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un puré de papas con arrocito blanco, un churrasco bien jugoso y, para la sed, una jarrita de agua de carambola.

“María, una andanada de críticas, todas justificadas, viene recibiendo el alcalde por su absurda idea de hacer cinco pasos a desnivel, también conocidos como baipases, en la avenida Salaverry, para lo cual tendrían que ‘matar’ a 230 árboles en esa vía y 50 más en la avenida Arequipa, muchos con más de 80 años. Además de afectar las hermosas áreas verdes y la ciclovía que conecta al Centro de Lima con la Costa Verde.

Todo eso se acabaría para siempre. ¡Lo peor es que tanto cemento, que costaría decenas de millones de dólares, no solucionarán el problema del caos vehicular! Como bien precisan los expertos, esos baipases y vías aledañas que se tendrían que modificar, son destinados para vehículos particulares, los cuales son usados solo por un 15% de la población de Lima. A la larga, lo que se conseguirá es trasladar el congestionamiento a las calles cercanas, destruyendo la tranquilidad, para martirio de las personas que viven en esos lugares, pues aumentarán los ruidos molestos, la contaminación y la inseguridad.

Al final, el congestionamiento vehicular empeorará por el aumento de carros. El ejemplo más claro es el cuestionado paso a desnivel de la avenida 28 de Julio, cuya construcción Luis Castañeda jamás mencionó durante su campaña y que, de manera arbitraria, ordenó levantar a la apurada, desoyendo los reclamos de los ciudadanos. Hoy ese paso a desnivel es una pesadilla en horas punta. ¡No solucionó nada! Todo está igual o peor que antes.

Para comprobarlo solo hace falta ir por allí. Entonces ¿por qué el alcalde se empeña en edificar esas gigantescas moles de cemento que nos cuestan tantísimo dinero a los contribuyentes, que no solucionan el caótico tráfico vehicular, que encima afean la ciudad y la hacen menos viable? Ese es un gran misterio para algunos.

El alcalde de San Isidro, Manuel Velarde, ha salido a oponerse públicamente a este despropósito y ha pedido a Luis Castañeda que mejor se preocupe de la seguridad de los peatones, especialmente de los niños, personas mayores y discapacitados, para lo cual tendría que concentrarse en mejorar el transporte público y hacerlo más integrado. Eso dará muchos mejores resultados y no costará tanto. Los vecinos de San Isidro, Jesús María, Lince y otros han anunciado que no permitirán que se perpetre el nuevo abuso de destruir la avenida Salaverry, uno de los pulmones de la ciudad y una de las pocas ciclovías que tiene la capital”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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