Mis amigos, el fotógrafo Gary y el redactor gigante ‘Barney’, llegaron al restaurante por su cevichito de ‘carajito’, su arroz con mariscos y una limonada al tiempo.

“María llegamos temprano a la Redacción y nos encontramos con el legendario periodista de policiales, ‘El Sonámbulo’. Estaba leyendo ‘Crímenes de la Rue Morgue’, de Edgar Allan Poe. 'Coleguitas -nos dijo- mi charla trataba de ese cuento. Esa cinta, recordada por la extraordinaria actuación de la Foster, se basó en un hecho real: la violación de Cheryl Araujo, ultrajada en un salón de billar por seis hombres y muchos otros que ‘rugían’ de sádico placer ante el criminal abuso. El caso fue muy sonado porque era una chica que le gustaba frecuentar bares y consumía ‘tronchos’ y por allí querían desacreditarla. Pero esa noche luchó y fue brutalmente golpeada por resistirse a la violación, pero los abogados de muchachos influyentes, por ser una chica que le ‘gustaba la vida social’, pretendían hasta responsabilizarla por ‘provocar’.

En el film, Sarah Tobias (Foster) es una mesera con una relación sentimental tóxica, que la lleva a abusar del alcohol y de vez en cuando marihuana. Una noche va a un bar donde trabaja su amiga, pero ella no está, algo ‘picada’ pone música en la rockola y baila sola de manera sensual. Unos chicos universitarios tomados la ven con faldita y se pusieron libidinosos. Uno de ellos se acerca y baila con ella pegado. Sarah no se incomoda, pero luego llega otro y otro. En un momento la arrinconan tres en la rockola y la comienzan a violar sin roche. La gente, el mesero, se ríen, festejan. Solo uno del grupo grita que se detengan pero no se mete. Golpeada, con moretones en la cara, brazos y muslos, llega en shock a cuidados intensivos del hospital. Pese a la evidente violación no la toman en serio. Solo la fiscal Kathryn Murphy (Kelly McGillis) es la única que no la culpa por sus antecedentes de ‘mala conducta’ y la convence de que denuncie a los violadores en un juicio que para ella se volverá un infierno. Los abogados de los abusadores aprovechan su mala reputación para acusarla de ‘incitadora’ de ‘muchachos universitarios sin antecedentes’. Esta película tiene mucho en común con el caso de la violación en Surco”.

Pucha, ese señor ‘Sonámbulo’ tiene razón. Nada justifica una agresión de cinco hombres ante una mujer sola. Que este caso sirva para que los padres se acerquen más a sus hijos e hijas. En plena pandemia y en toque de queda no sabían donde estaban pese al celular.

Me voy, cuídense.


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