No deben restarle importancia a las emociones de los niños, si lloran es porque algo les molesta, hay miedo, preocupación o quieren llamar la atención.
No deben restarle importancia a las emociones de los niños, si lloran es porque algo les molesta, hay miedo, preocupación o quieren llamar la atención.

El llanto de un niño suele ser incómodo e irritante, por eso los padres, en su afán de manejar la situación, rápidamente lanzan frases como: ‘Llorar es de cobardes’, ‘no me gusta que llores’, ‘cálmate, no es para tanto’ o ‘deja de llorar o te pego’.

“No deben restarle importancia a las emociones de los niños, si lloran es porque algo les molesta, hay miedo, preocupación o simplemente quieren llamar la atención de papá y mamá. En cualquiera de los casos, la mejor opción es recurrir a frases de consuelo o frases con las que el pequeño entienda que llorar no es la solución”, señaló el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.

Si no sabes cómo empezar, aquí te damos algunos ejemplos:

1.’¿Qué pasó? Cuéntame, estoy aquí para escucharte y ayudarte a resolver tu problema’.

2.’Comprendo que te sientas mal. Dime, ¿qué puedo hacer para que tu ánimo mejore?’.

3.’Tranquilízate y dime qué te está molestando, juntos podemos hallar una solución’.

4.’Está bien sentirse triste, me quedaré a tu lado y cuando estés listo hablaremos’.

5.’Hijito, si sigues llorando no podré entender lo que me dices. Ven, dame un abrazo’

6.’Lamento lo que pasó, ¿quieres hablar del tema? Verás que te sentirás mejor’.

Sabías que:

no son capaces de pararse y pensar cómo responder de manera calmada, ellos de frente se manifiestan con rabietas, llantos o gritos.

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