son difíciles de manejar. Las personas sienten que algo malo va a pasar y experimentan síntomas fisiológicos como dificultad para respirar, taquicardia, temblores, les sudan las manos, entre otros. Y cuando esto pasa, la persona teme que vuelva a tener otra crisis de ansiedad, lo cual incrementa el miedo que experimenta y se vuelve un círculo vicioso.

La psicóloga Paulina Vargas comenta que tener altos niveles de estrés es un factor importante que puede desencadenar una crisis de ansiedad. Pero la realidad es que hay ocasiones en que la crisis se presenta una vez y no vuelve a regresar.

¿Qué es la crisis de ansiedad?

La crisis de ansiedad, conocida también como ataque de pánico se da de manera súbita con un malestar intenso que aumenta en cuestión de minutos. La paciente empieza a sudar, siente mucho miedo, aumentan las palpitacines, le falta la respiración, tiene naúseas, mareos, entre otros síntomas.

¿Qué hacer?

Disminuir nuestros niveles de estrés, mejorar hábitos de sueño y alimentación, hacer ejercicio, meditar, tomar descansos en nuestro día a día, aprender a gestionar nuestras emociones.

La especialista dice que es importante acudir a un profesional de la salud mental. La terapia cognitivo conductual es de las más efectivas para este tipo de problemáticas.

- Visualizar y describe un lugar que te brinde seguridad y te dé tranquilidad.

-Coloca hielo o agua en tu cuello, enfoca tu atención en la sensación.

-Respira de 4 a 8 veces tapándote una fosa nasal y luego intenta con la otra fosa nasal.

-Repite para ti distintas afirmaciones como: “Esto va a pasar”, “Voy a estar bien”.

-Realiza meditaciones guiadas.

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