Los primeros meses de un pueden parecer un reto si eres madre o padre primerizo, y es que la idea de asegurar su salud generará una alerta cada vez que nuestro menor tenga algún síntoma irregular.

Para el Dr. Max Roetter, Pediatra de SANNA Clínica El Golf, es ideal llevar un control adecuado en nuestros menores. Si presentan algunas alteraciones como vómitos frecuentes, fiebre, dificultad para respirar u otro síntoma de igual o mayor envergadura, serán indicios de que algo muy malo puede estar sucediendo y es necesario buscar ayuda profesional inmediata.

Si eres o estás por ser padre primerizo, no tengas temor por la salud de tu hijo, lo importante es siempre visitar un pediatra y realizar las evaluaciones y controles respectivos. Es por ello que te presentamos las cinco consultas que deberías realizar a tu médico de cabecera.

·Mi bebé acaba de nacer, ¿cómo puedo curar el cordón umbilical?

La OMS (Organización Mundial de la Salud) promueve y utiliza el método de la cura en seco, el cual consiste en la limpieza del muñón con agua tibia, jabón neutro y después mantenerlo bien seco. Luego se añadirá una gasa limpia para cubrirlo. Este deberá ser expuesto al aire fuera del y evitar su inmersión. Con esta técnica aseguran una curación rápida del cordón umbilical.

¿Cuántas veces al día debe de lactar mi menor?

Es una pregunta muy frecuente entre los padres, y la respuesta es que no hay un número exacto, la frecuencia dependerá de las necesidades del menor. No se sugiere establecer horarios, al menos dentro d los 3 primeros meses. “En los primeros 3 meses de vida del bebe, se sugiere la lactancia a “demanda” lo que quiere decir que el bebe pueda lactar nuevamente así hayan pasado 30 minutos. Ello también ayudará a la producción de leche, ya que la mejor forma de que aumente es con la succión constante del bebé.”, explica el especialista.

¿Es normal que mi bebé tenga ese color amarillo al nacer?

El color amarillo es sinónimo de ictericia, la cual sufren muchos bebés al nacer. Esto ocurre cuando una sustancia química, llamada bilirrubina, se acumula en su sangre. Por lo general, los niveles de bilirrubina llegan a su punto más elevado cuando el bebé tiene entre 3 y 5 días de vida y posteriormente se normalizan. Sin embargo, una vez detectado, se puede realizar un examen de bilirrubina, el cual determinará si es necesario algún tratamiento. Pero no se alarme, es algo muy común.

La dermatitis del pañal, ¿es un caso común en recién nacidos?

Esta enfermedad puede asociarse a la exposición prolongada del niño a la orina o heces. Los pañales y la ropa ajustada que se frotan contra la piel pueden ocasionar una erupción cutánea, formando una inflamación de la piel que aparece como manchas de color rojo intenso y de aspecto sensible en las zonas de los glúteos, muslos y genitales.

La mejor forma de prevenirla es cambiando con frecuencia los pañales, enjuagando las nalgas con agua tibia (es importante no usar que contengan alcohol o perfume).

Es importante secar la piel con ligera presión en la zona, usando una toalla limpia, o deja secar al aire. No frotes las nalgas de tu bebé. Si lo haces, puedes irritar la zona.

Cólico lactante, ¿es una molestia frecuente?

Los cólicos en los recién nacidos son frecuentes en los primeros meses y sobre todo en la noche. No se alarmen si el llanto puede durar desde minutos hasta horas, lo importante es mantener la calma, pues esta molestia finalizará al desechar los gases y heces.

La recomendación del Dr. Max Roetter, es que “los padres brinden cercanía, moviéndose o meciéndose suavemente y aplicando una suave presión sobre su abdomen. Asimismo, sostener al lactante en una posición vertical, después de que haya sido alimentado, ayudará a eliminar los gases”.

¿Es normal que mi bebe haya bajado de peso dentro de la primera semana que nació?

Sí, no te asustes, puesto que en la primera semana de vida se pierde de manera fisiológica, es decir normal, entre el 5 y 10% del peso al nacer. Es un proceso totalmente habitual y esperado para la edad. Sucede debido a la pérdida de líquido a través del sudor, orina y heces, también por la expulsión de sus primeras evacuaciones (meconio) o también la pérdida del líquido pulmonar y líquido amniótico. Luego de unas semanas el bebé inicia a ganar peso, de 150 a 200 gramos por semana.

En caso de que la pérdida de peso sea excesiva o más del porcentaje referido o que haya recuperado peso pero vuelve a perderlo, debe de consultar inmediatamente con el pediatra.

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