Dormir con los hijos, tiene más desventajas que otra cosa.
Dormir con los hijos, tiene más desventajas que otra cosa.

Dormir con los hijos en la misma cama tiene más desventajas de lo que imaginamos. Según la psicóloga Sonia de Wong, los padres creen que esta costumbre es la mejor manera de protegerlos de sus miedos; sin embargo, “les hacen un daño, pues interfieren con su crecimiento físico y desarrollo individual”.

“Esta escena es muy común en miles de hogares y sin saber, los progenitores están ocasionando el apego emocional de sus hijos a ellos. Al inicio puede parecer inofensivo, pero a medida que el menor crece, puede demostrar excesiva dependencia y retraso emocional, porque le costará entender que él es una persona independiente e individual”, explica la especialista.

A LA CAMA SOLOS

Lo mejor es que a partir del cuarto o quinto mes de vida el bebé, siempre que sea posible, debe salir de la habitación de sus padres o tener su propia cama.

Desde muy pequeño es importante enseñarle a dormirse solo, no en brazos ni en el sofá o en la cama de los papás. Es recomendable ayudarlo a conciliar el sueño con la lectura de un cuento y dejarle una luz tenue.

No es conveniente acostarse en la cama del niño hasta que se duerma. Con esta actitud se afecta el desarrollo de su autonomía. Los fines de semana se le puede permitir que vaya un ratito por la mañana a la cama de los padres.

TRUCO

Una buena manera de ayudar al niño a dormir solo en su cama es involucrarlo en la elección de sus sábanas y colcha, tal vez con el estampado de su personaje favorito, lo mismo con la pijama. “Lo recomendable es hacerle sentir que este cambio es un premio a su crecimiento y madurez, y no un castigo”, agrega Wong.

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