Por: Katty Gines

“Primero eres optimista y luego resiliente porque ya lloraste, ya perdiste plata o lo que fuese, ahora hay que sobreponerse a la adversidad, ahora hay que trabajar”, nos dice , quien ha demostrado gran liderazgo y capacidad para . Él confiesa haber tenido miedo en aplicar esta idea que ha sido un salvavidas para todos y está satisfecho con la respuesta del público.

Rubén, con la conversión que tuvo San Antonio en medio de esta crisis, ¿no tienen miedo de perder su esencia?

No, en absoluto, porque no estamos dejando de vender nuestros productos, hemos adecuado los salones que están disponibles para poner productos de primera necesidad y sean un complemento en nuestro portafolio.

¿Y por qué son productos de primera necesidad y no los gourmet?

Porque lo que se necesita ahora en el mercado es de primera necesidad, la gente está desesperada por las colas gigantes para comprar arroz, azúcar, leche... cuando vienen a mi tienda compran estos productos como una alternativa de supermercado y, además, se engríen con un postrecito, un sanguchito, una empanada. Funciona muy bien.

San Antonio era un lugar para ir a tomar un café, comer algo y conversar. Los tiempos cambiaron. ¿Cómo avizora el futuro de la empresa?

Estuve con miedo, pero hoy me muestro muy optimista de haber hecho esta apuesta y haber transformado tan rápido el negocio, nos ha salvado la vida, nuestros clientes y la opinión pública lo han valorado, pero lo más importante es que hemos hecho el esfuerzo de conservar el trabajo de nuestros empleados y reinventado el negocio. Eso es alucinante.

CEO de la Pastelería San Antonio reinventa el negocio y nos da lección de superación
CEO de la Pastelería San Antonio reinventa el negocio y nos da lección de superación en medio de la crisis por el coronavirus

¿Qué tan importante ha sido el apoyo de los accionistas para que esto se haga realidad?

Fundamental, sin ellos no hubiera podido hacer nada, y los accionistas me pidieron a toda costa mantener el trabajo de los empleados, me pidieron disponer de todos los recursos, incluso de sus bolsillos para mantener a flote la empresa. Lo importante fue la capacidad de acción, la velocidad, los accionistas me dieron un voto de confianza previas coordinaciones.

En la entrevista que tuvimos a inicios de la cuarentena, nos dijiste que si uno no es optimista está condenado al fracaso. ¿Puedes profundizar más este tema?

Si uno cree que el negocio está quebrado lo estará, el negocio, la manera de cómo se toman las crisis está relacionado a cómo las enfrentamos anímicamente. Si un empresario no tiene el ánimo y la energía para poder revitalizarse automáticamente o recargarse y sobreponerse a esta crisis, está muerto. De hecho el término que se usa ahora es resiliencia. Primero eres optimista y luego resiliente porque te sobrepones a la adversidad. Ya fue, ya lloraste, ya perdiste plata, lo que fuese; ahora hay que trabajar.

¿Esta transformación de negocio es momentánea y volverán a lo que era antes?

Yo creo que será momentánea, por si acaso la bodega nunca dejó de ser parte de San Antonio, pero sí creo que se va a contraer. Las mesas y sillas regresarán, pero no voy a sacrificar esa parte del negocio de ninguna manera.

Ustedes han demostrado qué tan valiosa es la imagen de marca. ¿Cómo trabajan para que se mantenga tan sólida por tantos años en el mercado?

Es la reputación de la marca basada en acciones. El valor de una marca está determinada por las acciones que tú haces, por cómo conservas a tus empleados, por la calidad de los productos, por el servicio que le das al cliente cuando visita la tienda. Eso es lo que construye la reputación.

Esta crisis hizo que muchas empresas y sus trabajadores se pongan la camiseta y han hecho acuerdos para ver el tema de los sueldos. ¿Cómo ha sido en su caso?

Igual que siempre, les he pagado hasta el último centavo, nadie se quedó sin sueldo, nunca le bajé ni un sol a nadie, no se ha sacrificado absolutamente nada que impacte a los empleados.

Pastelería San Antonio se reinventa frente a la crisis por el coronavirus en el Perú
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¿Están preparados para hacer repartos a domicilio?

Ya lo hacemos, los mozos hacen ahora el delivery…

¿Qué pedidos salen más?

Butifarras, empanadas, jamones... hemos puesto los top 20 de la pastelería, los clientes no han sentido la falta de nada.

¿Se abrirán más tiendas?

Sí, de a pocos. Ya abrimos la de Angamos, hoy (miércoles) abriremos la de 28 de Julio, entre jueves o viernes será la de Magdalena, luego la de San Borja. Las municipalidades se han dado cuenta de que hay que darle al vecino puntos de compra cercanos.

¿Qué tan sostenible en el tiempo económicamente es este negocio?

Buena pregunta, los restaurantes tienen mejores márgenes que las bodegas. No es sostenible en el sentido de que cuando abran otras habrá más ofertas y competencia.

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EL POST QUE LE VALIÓ LOS APLAUSOS A LA PASTELERÍA SAN ANTONIO

Rubén Sánchez, CEO de la Pastelería San Antonio. (Linkedin)
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