Los expertos dicen que en los corrió la que podría ser la mejor maratón olímpica de la historia. Pero el dinero, el alcohol, las mujeres le perdieron. con solo 21 años llegó a la gloria tras batir el récord olímpico de la maratón en las Olimpiadas de Pekín en 2008. Los expertos aseguraron en esa ocasión que el keniano corrió lo podía ser la mejor de la historia, incluso, al día siguiente de ganar el oro olímpico, Wanjiru corrió otros 70 kilómetros para celebrarlo.

HISTORIAS: Tonya Harding, la patinadora que se volvió villana tras mandar a romperle la pierna a su rival en Juegos Olímpicos

Desde ese momento, Samuel vio como su vida cambió de la noche a la mañana, se convirtió en una súper estrella del atletismo, ganó mucho dinero y las tentaciones las tuvo en la palma de la mano y los dos años siguientes a alcanzar la gloria olímpica, el desenfreno, mujeres, dinero y el alcohol lo sacaron del camino donde brilló hasta que la muerte lo sorprendió en extrañas circunstancias.

Nació el 10 de noviembre de 1986 en una choza de barro en Githunguri, en Kenia. Su madre, Hannah, estaba casi siempre fuera trabajando, por lo que ‘Sammy’ y su hermano fueron prácticamente criados por sus abuelos. Nunca conoció a su padre. Dejó el colegio a los 12 años, pero desde mucho antes destacaba entre sus amigos por su gusto por el atletismo, en especial las carreras. Así, a los 13 tuvo su primer par de zapatillas y empezó a escribir su propia historia.

A los 16 años, consiguió una beca para estudiar en la escuela Sendai Ikue, en Japón. Llegó a graduarse el 2005 y empezó a correr para el equipo Toyota Kyushu Ekiden, con Koichi Morishita, plata en la maratón olímpica de 1992, como entrenador. Ese mismo año, con 18, ganó una serie de carreras en Japón, fue récord mundial en los 10.000 metros en Bruselas dentro de la categoría júnior y consiguió romper en Róterdam el récord mundial en media maratón.

Samuel Wanjiru, el atleta keniano, que alcanzó la gloria en las Olimpiadas de Pekín 2008
Samuel Wanjiru, el atleta keniano, que alcanzó la gloria en las Olimpiadas de Pekín 2008

MATRIMONIO Y ÉXITO

Se casó a los 18 años con Terezah Njeri, una joven de Nyahururu (Kenia) a quien conoció ocho meses antes y que su madre odió hasta el último día de su vida, pero sus demonios ya le jugaban en contra y por ello buscó consuelo en el alcohol. Sin embargo, en el 2007 volvió a brillar y volvió a romper el récord de la media maratón. Ahí vino un nuevo bajón y en los campeonatos mundiales de ese año terminó en el puesto 52.

Su estado de ánimo era impredecible y expertos ya no sabían qué esperar de él. Ganaba todo lo que él quisiera, pero luego se abandonaba a sí mismo.

HISTORIAS: Caitlyn Jenner: la historia de cómo ganó el oro olímpico en Montreal 1976 y luego fue parte del clan Kardashian

Con las olimpiadas tenía claro qué es lo que quería: el oro olímpico y así lo hizo. Fue el primer keniano en la historia de su país en ganar una medalla dorada y en conversación con un periodista no dudó en dedicárselo a su país. “Puede que el oro lo haya ganado yo, pero el honor y la gloria van a todo el país en su conjunto”.

Posteriormente, ganó las maratones de Londres y Chicago en el año 2009 (récord en ambos) y se hizo con el primer premio de los World Marathon Majors, valorado en 500 mil dólares.

PERDIÓ 8 MILLONES DE DÓLARES

Samuel Wanjiru lo ganó todo y no estamos hablando de récords mundiales, olímpicos y preseas doradas en cada una de las competiciones donde se presentó. También fue uno de los atletas que más dinero ganaron entre el 2005 y 2011: ocho millones de dólares y solo haciendo lo que más le gusta, correr.

Ese dinero lo gastó en Kenia, pero en un inicio fue para su familia y obras benéficas. Le dio una importante cantidad a su madre y donó al hogar de niños en que ella trabajaba. Mandó construir una casa para ella y otra al lado para él y su esposa. Mostró su apoyo a otros centros infantiles, colaboró con organizaciones benéficas y dio más dinero para que muchos niños pudieran estudiar.

Pero también dio rienda suelta a su lado oscuro: su adicción al alcohol y a las mujeres. Sus excesos desgastaron tanto su matrimonio que se su esposa decidió separarse y con esa decisión la tragedia se asomó a la vida de Wanjiru.

Samuel Wanjiru, el atleta keniano, que alcanzó la gloria en las Olimpiadas de Pekín 2008
Samuel Wanjiru, el atleta keniano, que alcanzó la gloria en las Olimpiadas de Pekín 2008

DESENFRENO, AMENAZAS Y MUERTE

El fin de su matrimonio significó la desgracia para el atleta, pues lo que vino después fueron hechos que marcaron el fin de su carrera. En 2010 fue acusado de amenazar con un rifle a su esposa y luego protagonizó un accidente de tránsito del que salió ileso.

Sin embargo, el 15 de mayo de 2011, tras una intensa velada abusando del alcohol, Samuel Wanjiru volvió a su casa con una mujer y se metieron en la cama. Su esposa, con quien se había reconciliado, al volver lo descubrió infraganti y tras una acalorada discusión, lo encerró en la habitación. Al intentar escapar por el balcón, resbaló y tuvo una caída fatal.

“No podemos decir si fue un suicidio o si saltó como fruto de la rabia, o qué causó que cayera al suelo”. “Sangró por la nariz y la boca, y quizás sufriera lesiones internas”, dijo la policía.

¿ASESINATO?

La teoría oficial de la policía es que Njeri encerró a la pareja en casa, y Wanjiru, enfadado, salió al balcón pidiendo a gritos la llave. En su estado ebrio, no calculó, y cayó desde una altura de 4 metros, produciéndose su muerte. Nadie lo vio caer, sólo el vigilante lo vio ya en el suelo, y llamó a la policía. Pero los amigos cercanos al atleta creen que fue asesinato a causa del dinero.

La investigación fue un desastre. No se consiguió asegurar la escena, ya que en el material policial se informa de que la cámara que señala el balcón no funcionada; en uno de los vídeos se observan varios hombres entrando en el recinto a pie, aunque no se han podido identificar; y el informe de la autopsia no salió hasta más de un año después.

Hannah, la madre, siempre aseguró que su hijo fue golpeado en la parte posterior de la cabeza y asesinado, y que Njeri y la policía estaban conspirando para quedarse con el dinero de Samuel.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC