Entrevistamos a Reimond Manco en Moyobamba. (A. Quintana)
Reimond Manco

La Carretera Marginal parece contemplar de un lado el crecimiento del distrito de Nueva Cajamarca. Sus más de 45 mil habitantes, desde su fundación a principios de los años 70, se han dedicado al comercio. El cielo suelta unas gotas tímidas de lluvia y el sol no es tan fuerte como en otras zonas de la selva. Las cuadras están llenas de tiendas y a la espalda de la primera entrada, casi a tres cuadras del estadio ‘IPD’, se levanta un edifico imponente, que llama la atención de los visitantes por sus cinco pisos. Por las ventanas se observan antenas parabólicas y algunos autos de lujo. Allí habita un muchacho llamado . El ‘jotita’ quedó en el pasado, ahora es el señor, el hombre de la casa, que debe fortalecer su hogar con la señora Lilia Amoretti. Son jóvenes con una familia numerosa y una historia por contar. Primero, esta vez, el famoso.

REIMOND: ME DECLARÉ A LA ANTIGUA Y SIN TRAGOS
Reimond, ¿por qué te animaste a tener hijos?

Ella tiene todo lo que un hombre necesita para ser feliz.

¿Primera virtud?
Es humilde.

¿Te lo ha demostrado?
De enamorados salimos a comprar a ‘Polvos Azules’ y, a la vuelta, vendían higadito frito con yuca y comimos, acompañado de su linaza.

¿Eso significa?
Que Dios me ha bendecido.

¿Para declararte imagino que no te demoraste nada?
Fue a lo antiguo: en la puerta de su casa y sin tragos.

¿Se aventó a tus brazos?
Me pidió 5 minutos para pensarlo.

¿Y?
Dijo que sí, pero si tardaba uno más, me arrancaba.

Pensé que la habías ‘chambeado’ a los regalitos.
Nunca impresioné con plata.

¿Romántico?
Sí, pero no meloso.

Como dice Óscar de León, ¿la sacas, van al cine?
Hay un día solo para los dos. O vamos al cine o cenamos, sin los bebes, para que no se haga monótona nuestra relación.

¿Ya amaneciste en el sofá?
Peleas hay, pero su cama es mi cama y podemos estar molestos, pero dormimos juntos, espalda con espalda y la almohada en medio.

Desde que jugabas en Huánuco caminan de la mano.
Donde me toque ir, se viene conmigo.

¿Te preocupas en qué ropa usa?
Para verse sexy o sensual, no tiene por qué mostrar su cuerpo.

¿Sabe cuánto ganas?
Soy el administrador del billete.

En una fiesta, seguro que solo le pides que baile contigo.
Mis reuniones son con un grupo cerrado.

O sea...
Mi compadre, que es su hermano, puede sacarla y yo disfruto que la estemos pasando bien.

Ya eres papá, esa sí es una chambaza...

Con mis hijos soy menos cariñoso que con ella.

¿Por qué?
A esta edad, si los engríes demasiado, se aprovechan.

Qué bravo...
Los premio cuando hacen cosas buenas y los castigo cuando es algo malo.

¿Tan recto?
Ya saben que menos de 16 en el colegio, para mí es mala nota.

Exageras...
Como estudiante nunca jalé un curso. Sufría con las tareas, pero no por vago, sino que entrenaba y me faltaba tiempo.

No te veo como ‘viejo’ ogro.
Quiero formarlos para la vida y que no cometan los mismos errores que yo.

¿Cómo es eso de ‘formarlos para la vida’?
Un día se irán de mi lado y deben estar preparados para el destino.

¿Olvidaste las ‘chelas’?
No soy cura ni mi señora es monja. Salimos, hemos ido a un par de conciertos, pero me habla: ‘Hay que ir a ver a los bebes’, y nos vamos.

¿Te quiere la suegra?
Más que a su hija.

¿Una virtud más de tu esposa?
Los hombres quieren a alguien que se parezca a sus viejitas.

Correcto.
Las dos son chismosas, ja, ja, ja.

¿Verdad que cocinas?

Y excelente. Yo mismo voy al mercado, pero Lilia se encarga de limpiar lo que ensucio.

¿Sueñas con la selección?
Es un hermoso anhelo, también soy consciente de que es un grupo ya formado, pero antes del Mundial pueden pasar muchas cosas y hay que estar listos.

¿Un deseo inmediato?
Irme al extranjero.

¿Te manejan empresarios de afuera?
Son gente muy seria y debo corresponder a su confianza.

Una final, Rafaella, tu última hija, es un ángel, pero un día crecerá. ¿Ya compraste tu fusil AKM?
Esta pequeña, pero tiene dos hermanos a quienes voy a educar para que la cuiden.

Ya no hay más ‘jotita’ y te felicito por tu hogar y madurez.
Muchas gracias por venir hasta acá, el tiempo ha pasado, siempre han estado en varias etapas de mi vida y ahora me encuentro en un gran momento personal y profesional, por eso le presento mi familia a Trome.

LILIA: TODOS PIDEN A MI ESPOSO EN LA SELECCIÓN
Rafaella corre y corre por esta especie de pradera que es el ‘Fundo Alegría’, un restaurante campestre en Moyobamba. Junior, el penúltimo, espera que sirvan su almuerzo y Lilia, la señora, escucha y ríe. Tiene buen carácter, la sonrisa a flor de labios y expresiva al momento de hablar.

¿Dónde conociste Reimond?
En una reunión.

¿Te gustó?
Sí, pero aclaro que no sabía que jugaba fútbol ni me interesaba el campeonato.

¿Se mandó al toque?
Esa noche discutimos, porque yo ponía reguetón y él quería su salsa.

¿Te advirtieron que tengas cuidado?
Mis padres nunca lo juzgaron, mis primos sí se preocuparon.

¿Es verdad que jamás duermen separados?
Mi papá siempre nos ha dicho: ‘De la cintura para arriba pueden estar molestos, pero para abajo son esposos ja, ja’.

¿Romántico?
Súper.

¿Una anécdota?
En Huánuco vivíamos en el cuarto piso de un edificio y una vez me llenó de rosas desde el primero hasta el departamento.

¿Otra?
El año pasado estábamos en Lima y me propuso: ‘Ponte linda, esta noche nos vamos a bailar’.

¿Te arreglaste?
Me alisté y mis cuñadas, que iban con nosotros, se adelantaron en otro auto.

¿Qué siguió?
Ya en el carro, me pidió ir a averiguar el alquiler de un local para el bautizo de los chicos. Llegamos y no había nadie, igual me dijo que baje.

¿Entonces?
Hice caso, se encendieron las luces y escuché: ‘¡Sorpresa!’. Estaba mi familia, la suya y un DJ. Me había preparado una fiesta.

¿Fue difícil presentarlo a tus hijos?
Antes nunca conocieron a una pareja mía.

¿Y cómo se dio?
Lo llamaban tío, pero en el ‘Día del Padre’ todo cambió.

¿Qué pasó?
Los dos se subieron a su cama y le preguntaron si podían llamarlo papá.

Imagino que aceptó al toque.
Lloró emocionado.

¿Por qué retornaron de Venezuela?
La bebé estaba pequeña y, pese a que pagaban, no se conseguía pañales ni leche.

¿Un defecto de Reimond?
Renegón.

¿Es tan recto de papá?
Sí, pero hace las tareas con ellos. Explica bien las matemáticas.

¿Te engríe?
Vemos películas bien abrazados.

¿Merece ir al Mundial?
No lo digo yo, lo dicen todos: su juego no lo tiene nadie en el Perú.

Gracias porque ayudaste para esta entrevista.
No le gusta declarar mucho, tampoco las fotos, pero es un buen momento para que sepan cómo se encuentra y como está encaminado nuestro hogar.

(Fernando 'Vocha' Dávila)

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