Los adultos, sobre todo mayores, son a veces objeto de insultos o se desmerece su valor, algo que lamentablemente hacen algunos jóvenes.

En el Perú, donde la edad promedio es de 30 años y la mayoría de la población es joven, es frecuente descalificar a quien es ‘viejo’ o ‘vejete’, como si con más edad dejase de ser importante lo que se siente o piense.

La psicóloga, escritora y conferencista chilena Pilar Sordo advierte ese problema al señalar que un gran porcentaje de la población no le otorga valor a la vejez.

Se le “rinde culto a la juventud y a la belleza asociada a ella”, mientras la “va perdiendo importancia poco a poco porque enfrenta los cánones de éxito asociados al ser joven”, advierte.

Las personas de la tercera edad, al igual que los niños, necesitan cariño, cercanía y mucho afecto. Foto: iStock.
Las personas de la tercera edad, al igual que los niños, necesitan cariño, cercanía y mucho afecto. Foto: iStock.

En lugar de valorarse a los años, asociados a la sabiduría como se destaca en las culturas asiáticas, no valorar a los mayores se cultiva desde la niñez. Eso surge de casa, donde padres permisivos crían mal a sus hijos.

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Buena crianza

“No críe a sus hijos dándoles todo lo que piden, aunque usted tenga todo el del mundo. Hágales trabajar desde pequeños en la casa; que hagan la cama, limpien su cuarto y, apenas puedan, pongan la mesa o laven los cubiertos. Hay una edad para aprender a cocinar, lavar y asear la casa, para que al ser grandes se valgan por sí mismos. Pongan disciplina cuando son mal hablados, groseros o faltan el respeto a los mayores. Los límites y la responsabilidad son la mayor señal de amor que usted le puede dar a sus hijos”, aconseja el psicólogo Ramón Torres.

La práctica del buen trato nos debe llevar a la solidaridad intergeneracional, a fin de construir una sociedad para todas las edades, aconseja el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

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