Para sacar adelante a su familia, Janet Mallma Quispe (41) ha trabajado como taxista, cobradora en micros, soldadora, vendiendo pollos y desde la pandemia se dedica a la Dice que son los mejores de la zona porque son fresquitos y de gallinas que comen pura quinua.

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Actualmente, tiene su puesto ‘La granja de Janet’ en el Mercado Minorista Tierra Prometida en el distrito de Santa Anita y atiende de lunes a domingo desde las 3 de la mañana hasta las 2 de la tarde.

Janet, dicen que eres una verdadera mujer ‘mil oficios’...

Es que he trabajado en muchas cosas. Mi madre me enseñó a ser una mujer emprendedora. Yo trabajo desde los 10 años, ella vendía anticuchos y me paraba a su costado para vender canchita o caramelos. Siempre me las ingeniaba para ayudar en la casa. Y cuando formé mi propia familia, me ha tocado ser soldadora, taxista, cobradora en el micro que conducía mi esposo, vendedora de pollos y desde la pandemia me dedico a vender huevos.

Sus principales clientes son los chefs de los restaurantes de la zona de comidas del Mercado Tierra Prometida.
Sus principales clientes son los chefs de los restaurantes de la zona de comidas del Mercado Tierra Prometida.

¿Eres la reina de los huevos?

Humildemente sí ja,ja,ja. Soy la reina de los huevos de Santa Anita. Empecé vendiendo en el carrito. Me iba por todo Ñaña y distritos aledaños. Ahora tengo mi puesto en el Mercado Tierra Prometida y vendo huevos de gallina y codorniz de lunes a domingo desde las 3 de la mañana hasta las 2 de la tarde.

¿Cuál se vende más?

Aunque no lo creas, salen por igual. Al día vendo casi 40 paquetes de 30 jabas de huevos de gallina y 20 mil huevitos de codorniz. Es que tengo mis caseros y también despacho a los restaurantes de la zona de comidas del mercado.

Mamita se hace amiga de sus clientes en segundos.
Mamita se hace amiga de sus clientes en segundos.

¿El secreto de tu éxito?

Mira, yo soy una mujer muy trabajadora y me gusta hacer las cosas bien. Los huevos que vendo son de gallinas que comen quinua, o sea son gallinitas muy bien alimentadas ja,ja,ja. Por eso el sabor es distinto, hasta parecen orgánicos. Y mis caseros se dan cuenta de eso, me dicen que son más ricos. Y otro secreto es atender bien a los clientes y con mucho cariño. Siempre me informo sobre las propiedades del huevo y comparto lo que sé con mis caseros.

¿Y cómo llegaste a ser soldadora?

Muchos dicen que es un trabajo de hombres ¿no?, pero felizmente a mí nunca me discriminaron o insultaron. Sí se asombraban, pero hasta ahí llegaba. Antes de la pandemia mi mamá tenía un taller de juegos para niños, como los que hay en las pollerías, y el soldador siempre nos fallaba. Hubo un día que no aguanté y dije ‘Mamá déjeme a mí, yo he visto cómo hacen esto’. Felizmente lo hice bien y poco a poco fui mejorando.

Trabajó como soldadora para ayudar a su madre.
Trabajó como soldadora para ayudar a su madre.

Janet, ¿qué le diría a su colega el ‘rey de los huevos’ Rafael Fernández?

Será el ‘rey de los huevos’, pero yo soy la ‘reina de los huevos’ de Santa Anita ja,ja,ja. Es admirable cómo ha crecido su negocio. Pero suerte en el trabajo, mala suerte en el amor.

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