Existen personas que ingresan en tu vida y lo cambian todo. Así le sucedió a Paige Hardy de . Hace casi 20 años, la muchacha de San Antonio era una paciente del hospital Children’s Memorial Hermann y recibió un regalo que la marcó hasta ahora. Mediante un de , la mujer relató dicha anécdota.

A través de su , Paige Hardy compartió una grabación donde recordó un hecho que significó mucha para ella. Según contó, cuando tenía solo seis años se encontraba hospitalizada, porque sufría de uréteres ectópicos, una condición de la vejiga que la enfermó.

Durante su estancia hospitalaria, Paige se encontró con una menor que trabajaba como voluntaria en el centro médico. Sin conocerla, la adolescente de 13 años le entregó una manta. “Tengo 24 años y he tenido 21 cirugías en mi vida. Cuando era niño, lo único que me consolaba era esta manta”, confesó.

Asimismo, Paige Hardy precisó que ese regalo cambió su vida. “Saber que alguien estaba usando su dolor, y en su momento de dolor, potencialmente el poco tiempo que les quedaba bien, porque tenía cáncer, para usarlo para dar a otros”, explicó.

Se volvieron inseparables

Desde entonces, la manta acompañó a Hardy en todo momento. “Es lo más valioso que tengo”, precisó la mujer. Además, Paige agregó que “cuando sientes que eres solo otro paciente u otro número, tener algo para personalizar tu espacio y consolarte cuando estás allí, significa el mundo”.

Pide ayuda para encontrar a la voluntaria

En tanto, Paige Hardy, quien ahora tiene una vejiga reconstruida, indicó que nunca conoció a su ‘ángel guardián’. Incluso, solo escuchó que esa pequeña le había dado a ella y a otros niños enfermos las mantas hechas a mano.

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“Usó hilo de bordar de una manera que nunca antes había visto en todo el patrón. Sé que usó dos colores diferentes de hilo rosa y azul en la parte superior e inferior”, sostuvo.

En ese sentido, Paige comenzó una campaña en redes sociales para descubrir quién es esa voluntaria, pues espera agradecerle personalmente su gesto.

“Tal vez pensó que lo tendría por un año antes de tirarlo o donarlo. Y quiero que sus padres sepan que si ella no sobrevivió, su vida fue una que impactó a otros”, comentó Hardy.


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