Pancholon y Chotillo se metieron unos picotazos.
Pancholon y Chotillo se metieron unos picotazos.

El Chato Matta llegó al restaurante por una causita rellena y un estofado de pollo parte pierna con papita amarilla y rocotito molido. “María, me llegó un mensaje por ‘wasap’ del gran Pancholón. ‘Chatito, baja urgente a mi casa, toda la vida he sido callejero y esta pandemia me tiene como loco’.

Recordó que el año pasado estuvo a un paso de la muerte, en cuidados intensivos y entubado. ‘Abrí los ojos y esa luz blanca me hizo ver mi vida como una película. La enfermedad me agarró con los bolsillos vacíos. El colon, la vesícula, la próstata, el corazón y los triglicéridos me tumbaron.

Mas de 30 años de interminables amanecidas a puro ron, parándole la juerga, trago y la comida a tanto oportunista que se sentaba a mi lado y ahora estaba más solo y misio que el ‘Chavo del 8’. Ya perdí la cuenta de las mujeres que pasaron por mi vida.

Te voy a dar las copias de mis memorias para que se las des a un escritor, puede ser Renato Cisneros o Jaime Bayly. Hasta un productor gringo me ha llamado para una serie de Netflix sobre mi vida, que sería más vista que ‘La casa de papel’ o ‘Dark’.

Si en mis tiempos hubiera existido ‘Esto es guerra’ o ‘Guerreros de México’, yo estaría en lugar de Porcella o Guty.

Viene un chico sano, universitario y me pegunta qué pienso de lo que está viviendo el chichero Toño Centella. ‘Hijo -le dije- hay mucha gente que está confundida, pero yo tengo las cosas claritas… Una cosa son los detalles que tengas con tu pareja, regalitos y viajes que nacen del corazón, y otra que tengas que comprar caricias, besos y frases fingidas.

Un ‘te amo’, ‘te quiero’ no valen mil, 100 mil dólares ni un millón. No creo en las relaciones de muchos años de diferencia. Cuando avanza la edad y te toman la presión todas las noches, ahí te arrepientes de las malas decisiones. Tú enfermo y ella enterita. Es mejor esperar la vejez y contratar a una enfermera que tener al enemigo, al diablo a tu lado.

Soy de la vieja escuela, de esa especie en extinción que ahora los modernos llaman ‘cavernícolas’. El amor crece solo, nace solo, es face to face. ¿Ustedes creen que un amor verdadero puede surgir de dos computadoras o dos que se juntan por necesidad o soledad? Para mí los Tinder y esas páginas solo sirven para ‘limpieza de cutis’ y los sonsos que se quieren engañar.

Ahora estoy solo, pero con el amor de mis hijos y mis viejitos. Ese que no es interesado. ¿De qué valen todas las juergas que viví? ¿Dónde están todos esos hinchas y camarones que me pasaban la mano? Botaba la plata que ganaba en la radio, miles de dólares.

Chato, la vida te enseña, la mujer que vale, así como está contigo en los cruceros por Miami y hoteles 5 estrellas, cuando estás postrado en una cama, si te ama, tiene que limpiarte el popó, alcanzarte el papagayo y dormir en un sillón a tu costado. No estar haciendo números a ver si te mueres.

Agradezco todo lo que me ha pasado porque me ha quitado la venda de los ojos. Lo bueno es que ya estoy mejor. Volveré a ser el ‘tigre’ de toda la vida'”. Pucha, ese señor Pancholón es un caso. Cochino y sinvergüenza. Me voy, cuídense.

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