Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su cebiche de carajito, arroz con mariscos y jarrita con agua de carambola. “María, vi a la, la chica de los tatuajes, reapareciendo en la televisión y me di cuenta de que no se recupera de los problemas de adicción que ella misma confesó y que la llevaron a un terrible episodio, aquel ‘Viernes Santo sangriento’ del año pasado, cuando fue baleada por Ricardo Márquez Micheli de 75 años, 36 años mayor, con quien estaba en el departamento del anciano en Surco.

Pero ¿quién era el ‘viejito buena gente’ como lo llamaba la modelo? Según su agresor, la ‘chinita’ era ‘su novia’ y publicaba fotos en su Facebook donde ambos aparecían acaramelados, besándose, pero en el de ella el viejito no existía. ‘El tío Ricardo’ vivía solo. Según uno de sus hijos, Márquez fue alto oficial de una institución policial, pero cuando fue dado de baja, se separó y su familia se fue a Estados Unidos y él se dedicó al consumo de drogas.

A partir de ahí vivió entre ingresos a centros de rehabilitación y la vida desenfrenada, acostumbrado a llegar a fiestas de jóvenes donde se consumía alcohol, drogas y le gustaba invitar a chicas a su departamento. A Angie le propuso pasar la ‘cuarentena’ de Martín Vizcarra. Pero todo se salió de control en la ‘semana tranca’ de esta explosiva pareja. Ellos estaban sazonados’ y la ‘chinita’ llamó a una amiga.

Cuando esta llegó, el tío -según la recién llegada- quiso darle un ‘chape’ para lucirse y fue rechazado bruscamente. El viejo, sin decir nada, se retiró a su dormitorio y regresó con una pistola, y sin mediar palabra le disparó varias veces. Tras los ruegos de las mujeres las dejó salir y terminaron en una clínica cercana.

Cuando la herida estaba ingresando al quirófano, el anciano llegó raudo en su automóvil. Y pretendió ingresar al nosocomio, sabe Dios con qué intenciones. A dos policías que intentaron detenerlo les disparó a matar. Al final estrelló su carro y fue detenido. Ha pasado un poquito más de un año y un juzgado lo acaba de condenar a quince años de prisión.

Angie dijo en el programa que le dio pena y que ‘esperaba que lo manden a un centro psiquiátrico, pues es un viejito buena gente’”. Pucha, qué tal chica, con esos tatuajes y esa peluca parecía sacada de una película de terror. Me voy sorprendida, cuídense.


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