Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por el pedido que hizo por WhatsApp: un espectacular lomo saltado a lo pobre con arroz bien graneadito, rocoto molido y para tomar una limonada fresquecita. “María, es indignante que esfuerzo, luego sean liberados tan alegremente por fiscales y jueces.

Esta situación desmotiva a los valerosos agentes de la Policía que atrapan a los mismos indeseables dos, tres y más veces en un corto periodo de tiempo, arriesgando su vida de manera innecesaria. Hay hasta videos, testigos y pruebas antropomórficas contra los hampones, pero esto no parece ser suficiente y en cuestión de horas o de algunos días recuperan su libertad.

Luego, en las calles, estos criminales siguen delinquiendo y buscan vengarse de las personas que los denunciaron, quienes son amenazadas de muerte. Esta historia es de todos los días. Aunque no lo creas, los delincuentes están bien empapados en leyes y hasta tienen equipos de abogados para que los defiendan.

Con cualquier leguleyada los libran de la cárcel, con la anuencia de malos fiscales y jueces que no hacen bien su trabajo, pues no se esfuerzan para mantener a estas lacras alejadas de las calles.

El caso del venezolano Carlos Guzmán García, conocido en el mundo del hampa como, es un ejemplo. Este delincuente ya había sido intervenido por participar en el asalto al joven músico Erickson García Amasifuén (29), en Los Olivos, a quien le robaron el celular y su parlante. Producto del cobarde ataque quedó parapléjico. ¡Hasta existe un video de todo lo ocurrido, pero increíblemente ‘Caraqueño’ fue liberado!

Volvió a las calles no a tratar de regenerarse o a trabajar de forma honrada, sino que poco después fue grabado al menos en dos oportunidades más asaltando a mano armada. Una en una calle de, a un hombre al que encañonó a plena luz del día, y la otra en una tienda del mismo distrito, a un cliente al que le quitó la cadena de oro y el celular.

Los agentes policiales otra vez fueron tras sus pasos y nuevamente lo detuvieron. Tras agarrarlo, rogaron a la Fiscalía y al Poder Judicial que ya no lo suelten más. Así que esta vez las autoridades se pusieron las pilas y dictaron al pistolero nueve meses de prisión preventiva por los delitos de tráfico ilícito de drogas y tenencia ilegal de armas.

Su perfil psicológico señala que es inestable, vehemente, irritable, impulsivo frente a situaciones de conflicto. Además, es proclive a reaccionar con hostilidad y agresividad sin medir las consecuencias de sus actos. Gente así no puede estar en las calles caminando como si nada”. Mi amigo Gary dice una gran verdad. Me voy, cuídense.


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