Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante para llevarse un tiradito, chicharrones de pescado y su refresco de maracuyá fresquecito. “María, en estos tiempos en que lo mejor es quedarse en casa para prevenir los contagios del terrible virus, el uso de la se ha multiplicado.

Miles de personas que antes no querían saber nada de hacer compras online, hoy las realizan de manera ‘natural’. Simplemente eligen, desde la comodidad de su hogar, el producto que les interese, realizan el pago y en unos días reciben su pedido. Fácil y seguro. Claro que siempre hay que elegir páginas de garantía, pues las estafas están en aumento.

Asimismo, los chicos cambiaron el fútbol, el trompo y la chapada por juegos en línea como Dota 2, World of Warcraft, World of Tanks y muchos otros. Tienen gráficos y sonidos tan atractivos que es muy difícil no sentirse atraído por ellos o no querer jugarlos. Si eso pasa con los adultos, por qué no sucedería con niños y adolescentes.

La adicción a los juegos está en aumento y dejar que los chicos jueguen por horas es grave error. Algunos consejos para los padres:

  • Promover la comunicación. Los chicos que se sumergen en las pantallas electrónicas, no solo con juegos sino en las redes sociales, videos y otros, dejan de comunicarse con la familia y amigos. Solo les interesa su placer sin que les importe la necesidad de los demás. Hay que establecer tiempos sin pantallas electrónicas, la televisión incluida, para que padres e hijos conversen y se cuenten cómo fue su jornada.
  • Tiempo para el estudio. La disciplina en el hogar tiene que ver con los horarios. Los niños y adolescentes deben tener tiempos para ayudar en los quehaceres del hogar, para hacer las tareas, para los ejercicios físicos y otros. Solo después, por breve tiempo, se les podría permitir los juegos en línea.
  • Enseñarles a dedicar tiempo a los demás. Es muy importante que estén en permanente comunicación, por ejemplo, con los abuelos. Ahora que no es posible visitarlos, pueden llamarlos por teléfono o hacer una videollamada. Que se interesen por su bienestar, que escuchen sus historias y enseñanzas. Así, los adultos mayores se sentirán considerados, útiles, y los chicos aprenderán a no ser egoístas.
  • El descanso es importante. Los muchachos deben dormir ocho horas o más y, para ello, deben cumplirse horarios. De lo contrario, se quedarán hasta altas horas de la noche haciendo las tareas o incluso jugando. Al día siguiente se levantarán tarde, estarán cansados y sin la energía para estudiar y hacer sus deberes”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.


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