Mi amigo Gary llegó por su escabeche de pescado con huevo sancochado y aceituna de botija, acompañado de una jarra de limonada. “María, la es una de las principales virtudes que debe tener una persona. Me da mucho gusto cuando me entero de que taxistas, usuarios de bancos y serenos han devuelto billeteras, celulares y hasta fajos de dinero olvidados por sus dueños. Cuando se da uno de estos casos, en las redes sociales muchos los califican de ‘tontos’, pero yo diría que la conducta intachable y la dignidad tienen mucho más valor que el dinero ajeno que esa persona pudo recoger como ‘regalo del cielo’. La honradez, que se basa en la autoestima, la moral y los principios, depende en gran medida de la cultura de un pueblo. En Japón, por ejemplo, es una cuestión de honor. En el caso de los funcionarios públicos, además de honradez debe haber vocación de servicio. Causan indignación los casos de autoridades corruptas como ese alcalde que integraba una banda de sicarios y mandó construir una cancha de fútbol en su casa. O los presidentes regionales que terminan presos por corruptos. Ya van 13 y otros están en camino. Para que te des una idea de la importancia de la honradez, aquí te dejo algunos de los beneficios que tiene este valor moral.

- Se tiene la conciencia tranquila y se sufre menos estrés, al no tener algo malo que ocultar.

- Inspira credibilidad, confianza y respeto. La persona mejorará la comunicación en sus relaciones cercanas.

- La persona honesta tendrá una buena reputación personal, laboral, profesional y familiar, lo que hará ampliar su círculo de influencia y amistades.

- El honrado avanza hacia sus objetivos y metas en la vida de una manera mucho más rápida y segura.

- Su familia no correrá el riesgo del desprestigio social y sus hijos no serán señalados ni burlados en la escuela.

En una sociedad como la actual, donde lamentablemente lo principal es la apariencia y las personas son juzgadas por lo que tienen y no por lo que son, es importante que los padres enseñemos a nuestros hijos a vivir con honradez y caminar siempre con la cabeza en alto. Recordar que lo primero que se debe hacer es ser honesto con uno mismo, y eso implica no solo lo que se hace, sino también lo que se dice, lo que se piensa y lo que se siente. No ser honrados y propiciar una cultura deshonesta trae muchos problemas. La inseguridad, que es la principal preocupación en el país, genera crimen, deshonestidad y corrupción. Así, el desarrollo de la familia, la sociedad y el país se ven frenados”.

Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.

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