Mi amigo, el fotógrafo Gary, llego al restaurante por unos tallarines verdes con una chuleta frita encima y, para tomar, un agüita de anís al tiempo. “María, terrible lo ocurrido en una residencia de La Molina donde

Luego de ser detenido por la policía, fue llevado a las oficinas de la Dirincri donde, tras zafarse de sus custodios, saltó al vacío desde el octavo piso, muriendo de forma instantánea. Este es un claro ejemplo de toda la desgracia que puede provocar una persona con mala salud mental.

Muchos no reciben tratamiento y su enfermedad se va agudizando, convirtiéndose en verdaderas bombas de tiempo andantes, pues en cualquier momento pueden desatar baños de sangre. Casos como el de Rául Sánchez, lamentablemente, no son aislados, y menos en nuestro país donde la salud mental no recibe la importancia debida.

Así como acudimos al dentista cuando nos duele un diente, o al médico general por algún malestar, también deberíamos visitar a un psicólogo cada cierto tiempo. Ni siquiera porque tengamos algún mal, sino porque estos profesionales nos ayudan a superar problemas que pueden afectar nuestra vida.

Quién no sufre algún grado de estrés o ansiedad, por mencionar solo dos ejemplos. También están los problemas de depresión, dependencia de alcohol, cigarrillos u otras drogas. Y ni qué decir de las adicciones a los juegos electrónicos. Algunos consejos de los expertos:

  • Reduce el tiempo que dedicas a mirar o escuchar noticias que te causen ansiedad o angustia.
  • Ofrece ayuda a otras personas que lo necesitan a tu alrededor. Compartir y apoyar a la comunidad tendrá también un efecto positivo en ti.
  • Organiza tus rutinas diarias.
  • Realiza actividades en el día. Debes mantenerte activo para no caer en pensamientos negativos.
  • Si sigues un tratamiento de salud mental, no lo abandones y tampoco los medicamentos, si los tomaras.
  • El aumento del consumo de alcohol, tabaco y drogas solo empeora la ansiedad.
  • Si eres irritable, trabaja para controlar tus emociones. Trata de ser más paciente.
  • Come sano y duerme el tiempo adecuado.
  • Mantén contacto con tus seres queridos y amigos. No te aisles.
  • Realiza actividades que te gusten y te relajen.
  • Si convives con otras personas, organiza la convivencia, comparte actividades, divide las tareas domésticas de acuerdo a las preferencias y habilidades.
  • Intenta hacer alguna actividad física que te guste.
  • No te sobreexijas en los objetivos que te propongas”. Qué buenos consejos. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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