Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomito al jugo con arrocito blanco, perejil picado y una jarra de limonada. “María, ayer llegó al diario una información importante del . En el documento se afirma que la adecuada calidad de nutrientes en los que ingerimos puede contribuir a evitar el desarrollo de los problemas de estrés, angustia, trastornos de alimentación, hiperactividad infantil, ya que existe una relación entre nutrición y desequilibrio emocional, según sostiene la licenciada Maribel Reyna. 

La nutricionista señala que las personas que no tienen una dieta saludable son más propensas a tener síntomas de depresión u otros problemas de salud mental. Reyna indica que existen alimentos que se han identificado como ‘estresores’ del estado de ánimo: el azúcar, la cafeína, el alcohol, el chocolate, alimentos que contienen aditivos y grasas saturadas, perjudiciales en la salud de las personas.

También se han identificado alimentos ‘favorecedores’ del estado de ánimo: las verduras, las frutas, pescados ricos en Omega 3, frutos secos (pecanas, almendras) y cereales de grano entero (arroz, avena, trigo, entre otros).

RECOMENDACIONES

Consumir principalmente carbohidratos integrales como pan integral, arroz integral, cereales ricos en fibra, frutas y vegetales. Disminuir el consumo de azúcar.

No tomar bebidas alcohólicas, debido a que un mayor abuso del alcohol (aunque sea ocasional) se asocia a estados de ánimos más negativos como: depresión, ansiedad, angustia, y estrés.

Moderar el consumo de cafeína, porque provoca ansiedad e irritabilidad, en personas con problemas de ansiedad. La cafeína se encuentra en el café, té y en la gaseosa.

Consumir hierbas de infusión que ayuden contra la depresión como el romero, la canela y la valeriana.

Ingerir alimentos ricos en vitamina B1, B6 y B12 (carnes, hígado, riñón, pescados, lácteos, granos integrales y frutas secas), que reducen la tensión nerviosa, los altos y bajos en el estado de ánimo, irritabilidad y ansiedad.

Es importante tener en cuenta alimentos en vitamina C (Kiwi, naranja y limón, papaya, fresas, etc.). Su carencia produce una sensación de fatiga y un sentimiento de tristeza.

En la dieta diaria agregar alimentos que contengan magnesio (vegetales verde oscuro, nueces, maní) y granos enteros (en particular la avena), porque es un moderador de la excitabilidad muscular y nerviosa.

Consumir pescados (caballa, bonito. por ejemplo) los cuales poseen Omega 3. Un déficit de ácidos grasos Omega 3 se asocia con la depresión. Me voy, cuídense.

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