Este Búho se solidariza con familia y amistades de Solsiret Rodríguez Aybar, después de que la Policía confirmara que los restos encontrados en una vivienda pertenecen a la activista feminista de 23 años y estudiante de Sociología. Se denunció que ella había hecho ‘abandono de hogar’. Nada más falso. Solsiret nunca salió de la casa del Callao, donde vivía con su pareja Bryan y sus hijos. Este inmueble también era habitado por Kevin, hermano gemelo del padre de sus pequeños, y la enamorada de este Andrea Aguirre Concha. Ambos fueron capturados el 14 de febrero en Lima y Huaraz, respectivamente. Y ella, que se había pintado el cabello de color violeta para despistar, confesó que Solsiret se cayó del cuarto piso después de una violenta discusión. La familia de la desaparecida por fin podrá enterrar los restos que quedaron después del salvaje ritual de descuartizamiento del cuerpo. Ahora, los allegados a la víctima, con total razón, cuestionan y responsabilizan a la Policía y Fiscalía por haber actuado de forma negligente. Los culpan de no hacer una investigación acorde a las circunstancias y que los asesinos se pasearon por sus narices durante mucho tiempo.

INDOLENCIA POLICIAL: Rosario Aybar, madre de Solsiret, denunció que su hija desapareció el 23 de agosto del 2016 y la alerta de su desaparición recién se emitió una semana después, el primero de setiembre. Según la dolida mujer, la actitud de los efectivos de la División de Personas Desaparecidas fue ineficiente y más bien trataban de convencer a los familiares que tal vez ‘se había ido de viaje con algún hombre’. Ivonne Macassi, abogada del Movimiento Manuela Ramos, denunció que las autoridades policiales exhiben una increíble pasividad cuando se trata de desaparición de mujeres, ‘ya que nunca parten de la premisa que algo malo les ocurrió’. El propio exministro del Interior, Carlos Basombrío, asumió su ‘responsabilidad política’, pero se echó grasa al decir: ‘Por imposible que sea conocer, si los más de 130 mil policías y decenas de miles de otros funcionarios del sector hacen cada día bien su trabajo (o pésimo, como en este caso), la responsabilidad política siempre es del ministro y la asumo, plenamente. Si pudiera renunciar de nuevo lo haría’. En realidad el informe policial sobre el caso era una vergüenza. La infortunada activista ya había sido asesinada y enterrada, y el informe iba por otro lado sin siquiera poder manejar la hipótesis del homicidio. Solo cuando el caso pasó a manos de los ‘tigres’ de la Dirincri, se pudo avanzar en el esclarecimiento del caso.

FISCALES EN LA CALLE: En este vergonzoso caso de ineficiencia policial, tampoco se salva el ministerio Público. La mamá de la víctima denunció que las fiscales que vieron el caso obstaculizaron la investigación con argumentos ‘machistas’. “Nos decían que mi hija se había ido con otro hombre o que estaba cansada de criar a sus hijos”, reveló. Pero lo que colmó la paciencia de los familiares, fue que se oponían a que se autorice la prueba de geolocalización del celular de la joven. Después de una gran batalla, en el 2017, se hizo por fin esa prueba. “Allí pudimos descubrir que el celular de mi hija nunca salió de la casa del Callao, de donde aseguraban había salido”, precisó. La primera fiscal le dijo a la madre que ‘vaya a buscarla donde sus amigas y que su esposo le pida plata a una ONG para que se fuera de viaje a buscarla’. La segunda fiscal fue todavía más indolente. Le comentó que el caso era muy difícil, que de repente su hija estaba en el Facebook con otro nombre y con otra cara. Fueron más de tres años que esta valiente mujer y su familia lucharon solos contra la indiferencia de la Policía y del Ministerio Público. “Teníamos todo en contra para no seguir buscando a mi hija, pero el corazón de madre nunca se equivoca y seguimos buscando. No me gusta como he encontrado a mi hija, pero la encontré”, señaló. Que esta triste e indignante historia no caiga en saco roto y que se sancione a los responsables de las imperdonables negligencias de las autoridades. Ahora los presuntos autores de este execrable crimen deberán confesarlo todo a la justicia. Las amigas de Solsiret sostienen que ella vivía un infierno en su casa. Inclusive se habla de que Kevin la habría acosado y que ella habría hecho públicas estas agresiones.

Apago el televisor.

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