Vásquez asumió como primera ministra la semana pasada. (Foto: archivo GEC)
Vásquez asumió como primera ministra la semana pasada. (Foto: archivo GEC)

Este Búho ve el panorama político más movido que Kike Suero después de brindar con cachina iqueña, dulce y trepadora. Por eso, les presento mis ‘Piquitos’, como los que le da Brunellita a ‘Chucky’ Acuña.

LOS TEMAS QUE INTERESAN AL PUEBLO. La encuesta de Ipsos publicada ayer en El Comercio muestra cuáles son los temas que la gran mayoría de peruanos pide que el gobierno resuelva con urgencia. En primer lugar está la reactivación de la economía y generar empleo. Eso lo piden casi seis de cada diez encuestados. Después está mejorar los servicios de salud y la vacunación contra el coronavirus. En tercer lugar figura la lucha contra la corrupción; cuarto, combatir a la delincuencia. Después, desarrollar programas contra la pobreza. En sexto lugar, la gente pide mejorar los servicios de educación; sétimo, el apoyo a la agricultura; octavo, impulsar obras de infraestructura y, en noveno lugar, al final, con solo un 10 por ciento, impulsar el cambio de Constitución. Si tanto señalan que ellos están para hacer cumplir lo que el pueblo pide, entonces que se ocupen de combatir la pobreza en lugar de seguir con su caprichosa agenda de partido.

JUEGAN A LA REVOLUCIÓN. José Luis Gil, uno de los responsables de la captura del genocida Abimael Guzmán, señaló en entrevista con Trome que este gobierno carece de una estrategia para luchar contra la inseguridad ciudadana. El oficial en retiro de la Policía se indigna porque todos los días la población está librada a su suerte, siendo víctima de pistoleros que no dudan en matar por un celular, mientras los que ahora conducen el país se sacan los ojos entre ellos por cuotas de poder y cada grupo impulsa su propia agenda. Así, una acción en el gobierno, por ejemplo, impulsa el cultivo ilegal de la coca, mientras que otro la inscripción como partido de una agrupación ligada a Sendero Luminoso. Eso aparte de la Asamblea Constituyente. Pero nadie se preocupa de la gente, de los peruanos de a pie que no cuentan con seguridad y día a día son asaltados y baleados.

VERGONZOSA POSICIÓN. Richard Rojas, un personaje sin ningún título profesional, cuyo único mérito es ser el operador de Vladimir Cerrón, fue rechazado por Panamá como embajador peruano en ese país porque es investigado por lavado de activos. Lejos de ponerlo en la sombrita tras semejante vergüenza, el presidente Pedro Castillo lo mandó como embajador a Venezuela donde, como era lógico, fue aceptado de inmediato por el gobierno tirano y asesino de Nicolás Maduro. Poner un embajador en el país llanero significa que nuestra nación, de manera vergonzosa, restablece toda relación con el chavismo. Se trata de un régimen sanguinario que no respeta libertades fundamentales, que apresa y desaparece a periodistas incómodos y a políticos de oposición, que asesina a balazos a los estudiantes que protestan, que roba a destajo mientras millones de venezolanos huyen de su país por el hambre. Es paradójico que Castillo se llene la boca diciendo que combate la corrupción, cuando es aliado de un tipo como Cerrón y retoma relaciones con el podrido gobierno chavista.

EN BUSCA DE ALIANZAS. La premier Mirtha Vásquez está en busca de los votos en el Congreso que le den la confianza a su gabinete. Sin embargo, mientras tenga ministros como Barranzuela, como Carlos Gallardo en Educación, como Walter Ayala en Defensa, cómo espera tener éxito. Lo primero que debería hacer es limpiar la casa eliminando a los elementos que ella sabe que no pueden permanecer al frente de carteras tan importantes debido a sus anteriores actuaciones. Insistir con esos personajes solo pone en riesgo al país, le traerá problemas y le quitará tiempo y energías para trabajar, pues como hasta ahora sucede, se la pasarán defendiéndose de acusaciones y sospechas.

BARRANZUELA Y EL NARCOTRÁFICO. El presidente Castillo le hace daño al país al nombrar y luego mantener contra viento y marea a Luis Barranzuela como ministro del Interior. Se trata de un personaje seriamente cuestionado por ser un fervoroso activista de los cultivos de coca que, solo el último 2 de octubre, agitaba a los productores cocaleros para que se opongan a los operativos de erradicación. Obviamente, mientras más cultivos existan, el narcotráfico crecerá. Cómo el mandatario nombra precisamente a alguien de semejante perfil como jefe de un ministerio cuya labor es combatir a los narcos.

Apago el televisor.

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