Este Búho se estremece cuando se informa que el temible ‘coronavirus’ ya se instaló en 40 países y llegó a Sudamérica, pues se detectó un caso en Brasil y se encendieron las alertas en los territorios vecinos, sobre todo en el Perú. No puedo dejar de recordar aquel infausto mes de enero de 1991, en pleno verano, cuando la epidemia del ‘cólera’ llegaba finalmente a Latinoamérica y se inició en la costa peruana, dejando el terrible saldo de 6 mil muertos y 800 mil afectados, es decir, más víctimas mortales que un gran cataclismo. Este columnista cubrió la terrible epidemia que también desató histerias colectivas. Una doctora en el Hospital de Chimbote -puerto donde se señalaba que se inició la epidemia- me reveló: ‘Las diarreas siempre son frecuentes entre niños que llegan por haber comido algún alimento en mal estado, pero de un momento a otro comenzaron a llegar adultos desde distintos puntos de la ciudad y se multiplicaban día a día... Los más pobres ni siquiera llegaban al hospital y entraban en estado de shock irreversible en sus casas y expiraban’. En esas primeras jornadas se agotaron los ataúdes de las funerarias en ciudades de la costa, como Piura, Chimbote o Chancay.

UN BARCO CHINO TRAJO EL CÓLERA: El 13 de febrero, en la octava etapa de su propagación, ya se había instalado en todas las regiones del país y para julio del mismo año se habían detectado 231 mil casos, de los cuales 90 mil fueron hospitalizados y dos mil perdieron la vida. Pero ¿cómo se inició esta epidemia? El programa ‘En persona’, conducido por César Hildebrandt, sostuvo que un barco proveniente de China, el ‘Feng Xian’, llegó para cargar harina de pescado. Dos marinos del barco, enfermos, defecaron infectando el mar de Chimbote. Desde ese momento, el mal se habría propagado desde el mar del puerto. Esa puede ser una de las causas, pero no la única. La otra sostiene que la contaminación del agua potable de las urbes fue un factor fundamental, al fracasar la desinfección de las aguas con clorificación que pudiera matar las bacterias.

‘LA GUERRA DEL CEBICHE’: Para este columnista que asistía a la cebichería ‘La Curva Azul’, frente a San Marcos, le resultaba deprimente ver el rostro devastado del chef, el ‘Gordo’ Alfredo Quispe. Nadie ingresaba al local, los medios habían culpado al pescado y a los mariscos de ser los principales transmisores de la enfermedad. El cocinero tuvo que cambiar la carta y ¡¡comenzó a vender cebiche de pollo!! Cebolla, limón, ají limo, pero en vez de pescado, pollo sancochado en cuadraditos. Las cebicherías colapsaban. Se paralizó el turismo, además de las exportaciones de pescado, pota y frutas. El presidente de la empresa estatal distribuidora de pescado informó, consternado, que en 1990 habían vendido entre 20 y 30 toneladas de pescado fresco y 30 de congelado, y en enero de 1991 solo podían medirse en algunas decenas de kilos. Las autoridades contribuyeron en atizar ‘La guerra del cebiche’ que enfrentó a Fujimori con su ministro de Salud. La inició el ‘Chino’ el 24 de febrero, cuando para congraciarse con los pescadores artesanales y los conserveros de Pisco ¡¡se comió un cebiche de pescado crudo!!, sabiendo que a inicios del mes el ministro de Salud había alertado a la población a comer pescados y mariscos fritos o hervidos. Luego, en dupla con su ministro de Pesquería, Fujimori volvería a degustar su plato de cebiche, mientras otros ministros franeleros también se atrevieron a actos más arriesgados: el de Agricultura comía frutas sin lavar y el de Vivienda tomaba agua sin hervir. Estas incongruencias afectaron el combate de la enfermedad y generaron la renuncia del ministro de Salud, pero la actitud presidencial tuvo efectos nefastos. Dos días después de que el mandatario comiera su cebiche, en los hospitales Cayetano Heredia y Loayza se triplicaron los casos de diarreas. Según los especialistas, la teoría del pescado nacional contaminado no era la causa del brote. ‘No es la carne de un pescado de aguas contaminadas la causa de que uno se enferme. Es que en las entrañas del pez está la bacteria que se ve expuesta al abrir el pescado, allí se contaminan el cuchillo, las tablas de cortar y las manos del cocinero. Y con esas mismas manos se prepara el cebiche contaminado’, se informó.

Ahora, el Ministerio de Salud ya habilitó cinco hospitales en Lima para albergar a posibles casos del temible ‘coronavirus’. Los 37 casos de probables contagiados en el país fueron descartados. Esperamos y deseamos que el Ministerio de Salud pueda ponerse a la altura de las dramáticas circunstancias por este azote que está poniendo en vilo al planeta.

Apago el televisor.


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