'El emperador' Adriano fue fotografiado en una favela de Río de Janeiro . (Video: Twitter / Fabia Oliveira)
'El emperador' Adriano fue fotografiado en una favela de Río de Janeiro . (Video: Twitter / Fabia Oliveira)

Este Búho no puede dejar de comentar el escándalo generado por el futbolista Ray Sandoval, envuelto en esa maligna trilogía: trago, mujeres peligrosas y provocaciones nocturnas. Hay miles de casos en la pelotita, algunos de cracks internacionales que lo ganaron todo o casi todo como ‘Garrincha’, el brasileño campeón mundial en Suecia 1958 o René Houseman, campeón en Argentina 1978. Pero hoy quiero mencionar dos casos ilustrativos del fútbol mundial no tan lejanos:

ADRIANO: Adriano Leite Ribeiro fue uno de los delanteros más temibles que ha pisado un campo de fútbol. ‘El Emperador’, como lo llamaban en honor al gobernante romano que fue protagonista de la inolvidable novela de Margarite Yousenar, ‘Memorias de Adriano’, hizo vibrar al estadio Giuseppe Meazza cuando llegó para triunfar en el Inter de Milán. Sin embargo, su adicción al trago, malas compañías y las chicas A-1, acabaron con una de las carreras deportivas con mayor proyección de los últimos años.

Antes de su debacle, cuando el Inter le rescindió el contrato por su adicción a la vida nocturna y porque llegaba borracho a los entrenamientos, el delantero formuló una excusa. ‘Fue por la muerte de mi padre. Cuando él se fue, me sentí solo y triste en Milán y me dediqué a la botella’.

Su carrera fue dando tumbos y tocó fondo cuando lo contrató un modesto equipo de la Liga Norteamericana, pero el futbolista ya estaba ‘quemado’. Chapó la plata del contrato y se fue de juerga, y en vez de ir a entrenar, subió a un avión rumbo a Río.

Para no tener problemas legales, ¡se fue a vivir a la favela más peligrosa de la ciudad, donde lo ‘cuidaba’ el narcotraficante y asesino más temido! Su foto con pistolas junto a delincuentes dio la vuelta al mundo. Él confesó que en Italia gastaba 80 mil euros semanales en juergas. En el 2019, manos amigas lo rescataron de la favela y le dieron trabajo para que sea marca de una gran firma de ropa deportiva. Pero este año, en plena emergencia sanitaria, fue filmado ebrio, en una fiesta prohibida. Un ‘causa’ lo llevaba del hombro, estaba privado y sin mascarilla. El titular fue contundente: ¡Adriano peor que el virus!

PAUL GASCOIGNE: Entre la mitad de los ochentas y noventas fue uno de los mejores y más queridos jugadores del mundo. Chico de barrio pobre de Newcastle, proveniente de un hogar disfuncional, que se hizo adicto al alcohol, a la cocaína y la vida nocturna de adolescente, pero nació con un don y se convirtió de juvenil en el ídolo de su ciudad.

Llegó al Newcastle a ser protagonista de la Premier League y fue fichado con un contrato millonario por el Tottenham. En un documental sobre su vida, se muestra como era de generoso: “Lo primero que hizo Paul tras fichar por el Tottenham, en 1988, fue comprarle una casa a todos sus familiares. Su hermana cogió las llaves, pero ni siquiera le dio las gracias y siguió sin hablarle”.

El punto culminante de su carrera fue el mundial de Italia 1990, donde llevó de la mano a su selección a las semifinales, donde enfrentarían, en un épico partido, al futuro campeón Alemania, que los derrotaría por penales. Allí, el árbitro le sacó tarjeta amarilla, lo que significaba que si ganaban, no jugaría la final con Argentina. ‘Gaza’, como lo llamaban, se echó a llorar como un niño en medio del campo.

Esa imagen lo colocó en el corazón de todos los ingleses que le perdonaban sus escándalos. Una tarde, ya de bajada, estaba jugando pésimo un partido con el escocés Glasgow Rangers. ‘Me fui al camerino en el entretiempo, al rincón -contó en un libro autobiográfico- y saqué de mi casillero una botella de whisky, eso sí, con el consentimiento del entrenador, y me tomé casi la botella a pico. Salí y metí tres goles y ganamos el partido’. Ese tipo de situaciones le hicieron mucho daño, pues lo llevaron a pensar, erróneamente, que el alcohol podía tener algo que ver en sus triunfos deportivos.

En el 2014, después que protagonizara un escándalo al estar borracho en una discoteca, proferir insultos racistas, agresiones a los porteros y terminar rodándose la escaleras, salió en la portada del tabloide más vendido de Inglaterra, el ‘Daily Mirror’. El titular decía: ‘Gazza: ayúdenme, tengo problemas con el trago’. Que sirva de (mal) ejemplo para los jóvenes futbolistas. Apago el televisor.



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