Este escribió que las intenciones reales de los ‘moralizadores’ eran las de dar un ‘golpe institucional’ en contra de Martín Vizcarra, orquestado por el oscuro y cuestionado ‘fiscalizador’ Edgar Alarcón, su socio, el ambicioso presidente del Congreso Manuel Merino de Lama, y tres bancadas con sombríos y jugosos intereses particulares que chocaban con el Ejecutivo: Alianza para el Progreso de ‘Plata como cancha’ Acuña, Unión por el Perú de José Vega-Antauro Humala y Podemos de Daniel ‘Bochinchero’ Urresti y José ‘Telesup’ Luna.

Su estrategia planificada de antemano era clarísima: vacarlo al caballazo de los votos, sin una investigación medianamente seria y con un argumento hartamente cuestionado por constitucionalistas: que haya incurrido en una ‘incapacidad moral permanente’. Si bien lograron aprobar la moción de vacancia por 65 votos, lejos de los 87 que se iban a requerir para conseguir posteriormente guillotinarlo, nadie sabía que el mismo viernes, antes de que se votara la admisión de la moción, por la ambición o angurria del tumbesino Merino de Lama, se desnudó el carácter sedicioso de su jugada al intentar ¡¡coordinar con el presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas su maniobra golpista. ¡¡El pez moría por su propia boca!!

MILITARES: El jefe del Comando Conjunto, general César Astudillo, que estaba en Madre de Dios coordinando la titánica tarea que libran los militares en el apoyo a la lucha contra la pandemia en las zonas más alejadas del país, debe haber sentido una profunda indignación y rabia al enterarse de que el presidente el Congreso lo llamaba insistentemente por teléfono a él y a otros altos jefes militares para solicitar ‘su apoyo’ en su intentona de vacar al jefe de Estado. A los militares les pareció indignante que en plena emergencia sanitaria algunos líderes del Congreso dediquen su tiempo a armar complots suicidas para tumbarse no solo a un presidente, sino a toda una estrategia de lucha contra el coronavirus que ya mató a 50 mil peruanos y, peor aún, cuando faltan pocos meses para los comicios presidenciales y renovar el Congreso. Algo olía muy mal en estas ‘movidas’. Pero la conspiración firmó su sentencia de muerte con este desubicado pedido. Y todavía Merino de Lama reconoció que llamó, según él, ‘para transmitirles calma’, seguramente para decirles: ‘Mire almirante, me voy a tumbar al presidente, pero ustedes estén calmaditos con este pechito’. O el bigotón acciopopulista habría imitado al ‘Chapulín Colorado’ para decirles a los uniformados: ¡Que no panda el cúnico! El alto mando castrense interpretó esos llamados como los de un golpista pidiendo el apoyo militar para ceñirse el fajín, así que alertaron al ministro de Defensa y este al premier Walter Martos. Con las cartas en la mesa la ‘vacancia se desinfló’ y, según la ministra de Justicia, Ana Neyra, Merino de Lama podría hasta enfrentar cargos de sedición.

NO TE CONOZCO, MERINO: Cuando el barco se hunde, ya sabemos quiénes son los primeros en saltar. Mientras el ‘complot’ se desinflaba rapidito ante la enérgica reacción de los jefes militares y el Ejecutivo, César Acuña y Daniel Urresti, cuyas bancadas votaron como un puño, unificadas a favor de sacar al mandatario, se trasformaron en ‘chicas Almodóvar’, ‘al borde de un ataque de nervios’, y se apresuraron en ‘cambiar el chip’. El norteño dijo que ya no apoyarán el reemplazo presidencial ‘por ser innecesario e impertinente’. ¿Qué dirán sus escuderos Chehade y Omonte, quienes defendieron a arañazos la propuesta de vacancia? Seguramente cantarán el merengue de Wilfrido Vargas: ‘Con la plata baila el mono’, y obedecerán a su jefe sin chistar. Increíble el oportunismo político. Ya está advertido el pueblo peruano de cómo se mueven estos camaleones. Igual sucedió con Daniel Urresti, pues cambió de camiseta al toque: ‘Rechazo profundamente maniobras oscuras en el intento de involucrar a los militares’ y llamó ‘mangonero’ a Merino. Seguramente hoy seguirán las deserciones en el Legislativo y a la máxima autoridad del Congreso le quitarán el saludo hasta los conserjes. Vizcarra tiene más posibilidades de salvar este escollo con su estrategia de presentar una demanda competencial en el Tribunal Constitucional. Pero será una victoria pírrica. Muchos demócratas se oponen a una vacancia, pero sienten vergüenza ajena ante un mandatario incapaz de ofrecer una autocrítica pública por los patéticos ‘chicharrones’ con sus asesoras de confianza y el ‘resinoso’ e impresentable ‘Richard Swing’. Ahí hay mucho pan por rebanar y la Fiscalía tiene ‘carne’ para investigar el ‘boom inmobiliario’, sobre todo de la poderosa ‘mano derecha’ del presidente, Mirian Morales, quien renunció a su cargo en Palacio.

Apago el televisor.

Contenido sugerido

Contenido GEC