La caracterización de Freddy Krueger realizada por Robert Englund es famosa a nivel mundial (Foto: New Line Cinema)
La caracterización de Freddy Krueger realizada por Robert Englund es famosa a nivel mundial (Foto: New Line Cinema)

Este Búho escucha atentamente las palabras del presidente Martín Vizcarra, quien pide a la ciudadanía que no salga a celebrar el ‘Día de la Canción Criolla’ ni ‘Halloween’, ya que el virus continúa entre nosotros. Conociendo la idiosincracia de nuestro pueblo, estoy seguro que muchos buscarán ‘sacarle la vuelta’ a las disposiciones del gobierno y organizarán esos temibles ‘privaditos’. Pero bueno, ya saben a lo que se exponen. Para la mayoría, creo, es un buen pretexto para recordar algunas clásicas películas de terror en ‘Noche de Brujas’.

′EL RESPLANDOR': Este columnista recuerda muy bien cómo tembló en el cine cuando vio esta obra maestra de Stanley Kubrick. Un matrimonio conformado por un aspirante a escritor (grande Jack Nicholson), su esposa y su pequeño hijo son contratados para cuidar un inmenso y lujoso hotel de invierno. Pese a las comodidades, estar solos en semejante complejo hotelero hace que el marido actúe extrañamente y él y su hijo observen terroríficas apariciones. Había que ser de piedra para no gritar cuando un Nicholson, con muecas horripilantes, intenta matar a hachazos a su engreído y a su mujer. Búsquenla si no la han visto. Es notable.

′EL EXORCISTA': La mejor película de terror. La he visto infinidad de veces, pero recuerdo nítidamente aquella primera oportunidad en que, adolescente, ingresé a la cazuela del cine y estaba solito porque ningún palomilla me quiso acompañar. Estaba hundido de miedo en una butaca a los 14 años. Lo ‘peor’ es que primero había leído el libro, el clásico de William Peter Blatty. Me torturaba en la noche leyéndolo. Tanto miedo me causaba leer cómo la dulce niña Regan McNeil (Linda Blair) empieza a convertirse en un monstruo diabólico, que dormía con la luz prendida. Ella tenía poderes sobrenaturales, levitaba, hablaba con voz horrísona y gutural, y poseía una fuerza sobrehumana. Su madre, Chris McNeil (Ellen Burstyn), una estrella de cine famosa, recurre a un joven sacerdote católico, Damien Karras (Jason Miller). El cura le hace un análisis y, devastado, sugiere someterla a un exorcismo llamando a un famoso exorcista retirado, el viejo padre Lankester Merrin (Max von Sydow), quien ya había luchado contra el demonio durante sus excavaciones en Iraq y África. La sesión del exorcismo puso los pelos de punta a millones de espectadores de todo el mundo.

′PESADILLA EN ELM STREET': Terror para adolescentes. El gran Wes Craven creó la cara quemada y dedos de cuchillos, que justamente aparecía cuando debíamos estar en nuestros dulces sueños. Después de Freddy Krueger nadie durmió tranquilo. Uno, dos, tres, cuatro... Me quedo con la primera y tercera de la larga y dispareja saga. En esta última apareció un chibolito Johnny Depp.

′PSICOSIS': Del maestro Alfred Hitchcock. Confieso que no me dejó dormir esa imagen final de Norman Bates (Anthony Perkins) convertido ya en otro ser y hablándole a una mosca con voz femenina. Hay muchísimas más películas de terror que me marcaron, y no puedo dejar de mencionar los filmes del gran John Carpenter, como ‘La Cosa’, ‘La Niebla’ y la clásica ‘La Noche de Halloween’. Ni qué decir de George Romero y su ‘Zombi’. La saga de ‘Viernes 13’, con su incansable asesino Jason, también me hizo temer a la oscuridad. En fin, hay tantos largometrajes para quitar el sueño. Ya lo saben, este sábado mejor quédense en casita a temblar de miedo en sus camitas. Eviten problemas en las calles. Apago el televisor.


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