Vista aérea que muestra a manifestantes apoyando la reforma de la constitución chilena esperando los resultados oficiales del referéndum en la plaza Italia en Santiago. (AFP/ JAVIER TORRES).
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Centenares de manifestantes se tomaron este domingo la Plaza Italia, en Santiago, antes de que cierren los colegios electorales y empiece el conteo de papeletas del histórico plebiscito sobre una nueva Constitución.

Con cacerolazos y banderas, una masa de personas desafió el gran cerco policial y lanzó consignas contra el Gobierno, al tiempo que coreó los míticos “Chile despertó” y “El pueblo unido jamás será vencido”, convertidos en lemas de la grave ola de protestas que estalló en 2019.

Cerca de 14,8 millones de chilenos deciden este domingo en las urnas si quieren o no reemplazar la actual Carta Magna, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y qué órgano debería redactar el nuevo texto.

“Aquí se gestó el llamado más político de todos: que la dignidad se haga costumbre. Esto que estamos viviendo hoy es gracias a los jóvenes y por eso hemos venido a celebrarlo”, dijo a Efe Atenea Ramírez, de 68 años.

“Estoy acá para celebrar el triunfo del pueblo, que por primera vez podrá escribir una Constitución democrática ejerciendo su soberanía. Este es el comienzo de un nuevo Chile donde se respeten los derechos sociales”, agregó por su parte a Efe Carlos Fuentealba, de 54 años.

Cabe recordar que desde que en la medianoche del pasado jueves se cerrara la campaña de propaganda comienza el periodo de reflexión de cara a la jornada electoral y las manifestaciones públicas quedan por ley prohibidas hasta dos horas después del cierre de los colegios electorales, por entenderse que son acontecimientos que pueden tener una lectura política.

La votación, la más importante desde el retorno a la democracia en 1990, se extenderá hasta las 20.00 hora local (23.00 GMT), y está previsto que los resultados se conozcan una hora y media después del cierre de urnas.

La jornada transcurrió en un ambiente de calma generalizada y sin disturbios y estuvo marcada por la pandemia y las medidas sanitarias impuestas en los centros de votación.

Las imágenes de ciudadanos aguardando en kilométricas filas para votar indican, según los expertos, que la participación podría ser una de las más altas desde que Chile dejó de tener voto obligatorio en 2012.

Para los partidarios del “apruebo”, la actual Constitución es la causante de las grandes desigualdades, mientras que sus detractores creen que bajo este marco jurídico Chile registró el periodo de mayor crecimiento económico de su historia y que los problemas se solucionan con nuevas leyes y no con un proceso constituyente.

Las encuestas dan por ganadora la opción de redactar una nueva constitución, lo que sería un triunfo para el llamado “estallido social” que se desató en octubre de 2019 y que es el más grave desde el fin de la dictadura, con una treintena de muertos y miles de heridos.

Las marchas estuvieron suspendidas durante la pandemia, pero se reavivaron en los últimos días y el pasado domingo se celebró la concentración más multitudinaria del año para conmemorar el primer año de las protestas, que se vio ensombrecida por incidentes muy violentos, que dejaron más de medio millar de detenidos y miles de heridos.

Con información de EFE.

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