, la ‘madrina de la cocaína’, tenía un prontuario que podría ser comparado con Vito Corleone de la película El Padrino. La colombiana, quien llevaba el sobrenombre de ‘La viuda negra’, que había sido dueña de la mafia en Miami: una mandamás temida por sus rivales y una asesina de sus amantes. La mujer sobrevivió hasta 2012 cuando fue asesinada pese a que había desaparecido sin dejar rastro en el 2004 cuando fue deportada de Estados Unidos tras haber purgado prisión por 20 años en el país norteamericano.

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En 1985, la latinoamericana fue condenada a 20 años de cárcel, salió en 2004 y la última vez que se le vio fue en el Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá. Desapareció totalmente hasta el día que la asesinaron.

En los años 70, el narcotráfico estaba liderado por hombres hasta que la DEA, que la consideró como una las criminales más fascinantes que persiguió en el siglo XX, halló a una mujer lideresa, que era incluso más cruel que sus rivales. Su nombre: Griselda Blanco. Su sobrenombre: La madrina de la cocaína.

Pablo Escobar entró al mundo del narcotráfico gracias a Griselda Blanco. (Foto: AFP)
Pablo Escobar entró al mundo del narcotráfico gracias a Griselda Blanco. (Foto: AFP)

La colombiana se puso ese apodo por la fascinación que tenía por el mundo de la mafia y porque era una gran admiradora de la película dirigida por Francis Ford Coppola. Su hijo, que apareció en un reality de hijos de narcotraficantes, fue bautizado como Michael Corleone Blanco. Y su perro se llamaba Hitler.

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Griselda Blanco levantó un imperio que movió millones de dólares e inició a Pablo Escobar en el negocio de la droga en Estados Unidos. Además, es conocida por inventar a las ‘mulas’, que llevaban la cocaína escondida en el estómago

La ‘viuda negra’ ostenta un record criminal de 250 asesinatos que puso en jaque a la DEA, que, finalmente, la pudo capturar para ponerla tras las rejas. El narcotraficante Max Merlmestein la describe mejor en su libro El hombre que vio llover coca: “Si Griselda Blanco no hubiese existido, no habría guerras de cocaína”.

La narcotraficante, que había pasado penurias cuando era una niña con su mamá en Medellín, se casó con Carlos Trujillo, un un falsificador de visas que sufría de cirrosis, con quien tuvo tres hijos. Mientras su marido se enfermaba, ella se hizo cargo del negocio y cuando murió, al día siguiente llevó a su amante a vivir a su casa. Alberto Bravo la metió en el narcotráfico a gran escala en Nueva York y comenzó a tener problemas con él por las ganancias. A Bravo lo mató en Medellín, en un tiroteo de película. Griselda lo asesinó de un tiro en la cabeza y él le disparó en el estómago. La colombiana se salvó y luego se casó con su amante , Darío Sepúlveda, a quien también mató.

Con Sepúlveda, con quien tuvo a su hijo adorado Michael Corleone Blanco, lo asesinó por la disputa de la tenencia del niño. Sepúlveda le ganó la custodia y se lo llevó a Medellín. Allí ‘la ‘viuda negra’ organizó un operativo con policías corruptos que emboscaron a su examante cuando recogía al niño del colegio.

“El pequeño Michael corrió hacía el cuerpo destrozado de su padre y lo abrazó, pero ya era tarde. Darío estaba muerto”, cuenta Merlmestein en su libro.

Aunque no existen pruebas, se rumoreó que Griselda Blanco pagó un millonario soborno a la policía colombiana y a las autoridades de inmigración para recuperar a Michael.

Tras ser buscada por narcotraficantes rivales y las fuerzas legales, la colombiana se mudó de Miami a una modesta casa en California, pero el 10 de febrero de 1985 la DEA la capturo allí. Estaba con su mamá y con su hijo.

Griselda Blanco fue cabecilla del Cartel de Medellín y pionera del crimen organizado en Miami en las de 1970 y 1980. (Foto: Policía de Santa Ana)
Griselda Blanco fue cabecilla del Cartel de Medellín y pionera del crimen organizado en Miami en las de 1970 y 1980. (Foto: Policía de Santa Ana)

Pese a que su prontuario estaba destinado para una pena de muerte o cadena perpetua, el principal testigo del caso, su exguardaespaldas Jorge Rivi Ayala, confesó haber tenido conversaciones sexuales con miembros de la Fiscalía. Las declaraciones de Ayala perdieron credibilidad y Griselda fue condenada a 20 años de prisión.

En la cárcel, la ‘madrina de la cocaína’ continuó su negocio por medio de su amante, Charles Cosby, pero este la traicionó y la acusó de querer secuestrar al hijo del expresidente John F. Kennedy, John Jr.

El 6 de junio de 2004 Griselda Blanco fue liberada y, prácticamente, desapareció de la tierra. Los rumores decían que vivía en Medellín, que a sus hijos los habían matado por cuentas del pasado - aunque Michael Corleone Blanco sigue vivo - y que se había aferrado a la iglesia.

La mujer no tenía antecedentes en Colombia, así que las autoridades no se preocuparon por su paradero; y el negocio del narcotráfico ya había quedado en el pasado. Hasta que en 2012 volvió a sonar el nombre de Griselda Blanco.

Un sicario la asesinó con dos impactos de balas en la cabeza cuando salía de una carnicería en el barrio Belén, de Medellín. Había terminado el mito de la ‘madrina de la cocaína’ o la ‘viuda negra’.

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