Prevenir es mejor que curar, sobre todo cuando se trata de enfermedades tan antiguas y comunes como la artrosis u osteoartrosis, mal que se genera por el desgaste o adelgazamiento del cartílago de las articulaciones. Esto produce dolor, rigidez, alteraciones morfológicas y falta de flexibilidad, por lo que puede llegar a resultar discapacitante. Además, por su naturaleza degenerativa, no tiene cura y, en muchos casos, es parte del proceso natural de envejecimiento.

Al respecto, el médico Jorge Hurtado, coordinador de la unidad de cirugía de rodilla del Hospital Nacional Cayetano Heredia (HNCH), explica que esta condición se puede presentar en cualquier articulación del cuerpo, pero es más frecuente en las rodillas, cadera, espalda y manos.

“Existen diferentes tratamientos que le permiten al paciente mejorar su calidad de vida, estos van desde el cambio de hábitos alimenticios hasta tratamientos farmacológicos para aliviar el dolor. Es importante mencionar que cada terapia es individual y va a depender tanto de los factores de riesgo que lo han originado, como de la articulación que se encuentra afectada”, agrega.

Esta condición se puede presentar con más frecuencias en las rodillas, cadera, espalda y manos.
Esta condición se puede presentar con más frecuencias en las rodillas, cadera, espalda y manos.

Recomendaciones

No obstante, el especialista advierte que no se debe esperar a que se presenten los primeros signos de dolor para preocuparnos. Por ese motivo, brinda los siguientes consejos:

1. Controlar el peso. La nos ha demostrado la importancia de mantener un peso ideal. En el caso de las articulaciones de la rodilla y la cadera, la carga excesiva sobre ellas acelera el desgaste del cartílago y puede traer consecuencias para caminar.

2. Realizar ejercicios controlados para mejorar nuestra salud articular. Al tonificar los músculos se consigue que el esfuerzo no recaiga únicamente en las articulaciones.

3. Hacer pausas activas durante el trabajo remoto o teletrabajo. Levantarse cada cierto tiempo y realizar estiramientos mejora la flexibilidad de las articulaciones.

4. Utilizar la bicicleta para movilizarse. Esta actividad genera muy poco impacto sobre la articulación de la rodilla y, al mismo tiempo, fortalece la musculatura de las piernas.

5. Consumir complementos nutricionales. Es recomendable para los adultos mayores de 30 años tomar complementos nutricionales que permitan proteger los músculos y además reforzar los cartílagos y articulaciones.


tags relacionadas

Contenido sugerido

Contenido GEC