La dexametasona es un corticoide de bajo costo usado comúnmente para tratar la artritis. (Foto referencial: Pixabay)
La dexametasona es un corticoide de bajo costo usado comúnmente para tratar la artritis. (Foto referencial: Pixabay)

La es un fármaco bastante común, accesible y de uso habitual en centros médicos o como parte de tratamientos recetados por especialistas de la salud. Es un corticosteroide, es decir, similar a una hormona natural producida por las glándulas suprarrenales.

Fue inventada a mediados del siglo XX y, desde la década de 1960, se usa como antiinflamatorio e inmunosupresor para reducir los problemas físicos generados por inflamación.

¿En qué tratamientos se utiliza?

Este medicamento que viene envasado en tabletas y solución líquida para tomar por vía oral, es prescrito por un doctor o farmacéutico.

Alivia la inflamación (hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor) y se usa para tratar la artritis reumatoide; trastornos de la piel, los ojos, la sangre, el riñón o los intestinos, la tiroides y los intestinos (por ejemplo, colitis); alergias severas o asma. La dexametasona también se usa para tratar ciertos tipos de cáncer, especialmente los relacionados con tumoraciones craneales.

Otro de sus beneficios es su bajo costo pues, según explica la OMS, en 1977 pasó a formar parte de la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales. Tiempo después su patente quedó obsoleta y esto permitió abaratar su precio y que esté disponible en buena parte del mundo. En diversos países, como España, se debe ser utilizada bajo prescripción médica.

La dexametasona está vetada en el mundo del deporte al tratarse de una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y haber sido el origen de numerosas infracciones. Esta incluida en el grupo de los “prohibidos en competición”. No se pueden consumir en periodo de competición ni estimulantes (anfetaminas, cocaína...), ni narcóticos (morfina, metadona...), ni canabinoides (hachís, marihuana...), ni glucocorticoides, entre los que la AMA menciona expresamente la dexametasona, la cortisona o la hidrocortisona.

Contraindicaciones y efectos secundarios

  • Presencia de úlcera gastrointestinal
  • Síndrome de Cushing
  • Formas graves de insuficiencia cardíaca
  • Hipertensión severa
  • Diabetes mellitus descompensada
  • Tuberculosis sistémica
  • Infecciones virales, bacterianas o fúngicas graves
  • Glaucoma preexistente
  • Osteoporosis
  • Mifepristona

Si se administra dexametasona durante un periodo mayor al recomendado por el médico, se pueden presentar efectos como:

  • Malestar estomacal
  • Irritación del estómago
  • Vómitos
  • Cefalea (dolor de cabeza)
  • Mareos
  • Insomnio
  • Agitación
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Acné
  • Aumento del crecimiento del pelo
  • Facilidad para desarrollar moretones
  • Menstruaciones irregulares o ausentes

Si experimenta algunos de estos síntomas, es vital acudir al médico de inmediato.

La dexametasona debe ser almacenada en su propio envase, bien cerrado y fuera del alcance de los niños. Siempre guardado a temperatura ambiente, lejos del calor excesivo y la humedad (el baño no es un lugar seguro).

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