“No comas grasas”, es la recomendación que siempre hacemos o escuchamos porque todos estamos de acuerdo en que su consumo descontrolado es dañino para la salud, pero ¿sabes realmente qué males te provoca?

El nutriólogo Gerardo Bouroncle explica que , presentes en las comidas rápidas, embutidos e incluso postres, se acumulan en las paredes internas de tus arterias, bloqueando el flujo de sangre al corazón; se depositan también en tu estómago, incrementando el nivel de acidez; dañan tu piel al provocar acné e irritación; te acercan a la diabetes porque ocasionan un incremento en los niveles de azúcar en la sangre; conllevan a la obesidad y algo importante, ahora que se acerca el verano, aumentan el calor en tu cuerpo debido a las calorías que contienen.

“Con el verano debemos restringir estos alimentos de la dieta porque hacen que la temperatura corporal se eleve y, a nivel nutricional, no proveen energía al cuerpo. Por el contrario, el organismo necesita metabolizar esas calorías y en ese esfuerzo sufrimos debilidad”, precisa.

A TENER EN CUENTA

No todas las grasas son malas, hay las que sí se pueden consumir de forma regular y de hecho, deben estar presentes en la alimentación diaria, ya que su función no es la de acumularse en las arterias, sino ser aprovechadas por las células, permitiendo que estas se regeneren con mayor facilidad.

de origen vegetal se hallan en los frutos secos, aceite de olivo, aceitunas, menestras, palta y semillas. Las que tienen fuente animal las encontramos en los pescados, pavo y pollo (carnes blancas).

“De preferencia y para obtener todos sus nutrientes, se recomienda consumir estos alimentos en horas de la mañana y tarde. Para una dieta equilibrada, combinarlos con verduras y frutas que le sumarán vitaminas y minerales a nuestro organismo. Todo esto sin olvidarnos de tomar abundante agua”, menciona.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC