Una persona puede establecer una gran cantidad de a lo largo de su vida; sin embargo, solo unos cuantos perduran en el tiempo y se convierten en vínculos verdaderos y honestos.

“Una buena amistad está basada en la confianza, el respeto, la honestidad y los pactos de confidencialidad. Además, está presente en los momentos felices y también en los difíciles. Sin embargo, si solo te llama o se acerca a ti cuando necesita un favor, y de ahí desaparece, es simplemente un compañero más”, precisó el psicoterapeuta y director de la escuela de Desarrollo Personal Supérate, Walter Dávila More.

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El amigo leal también te dice las cosas de frente (esto no significa que sea cruel o grosero), comparte contigo sus logros y planes, no permite que malentendidos los enemisten, te escucha atentamente y te alienta a seguir adelante pese a los obstáculos.

Cuidado

A veces por temor a quedarnos solos seguimos al lado de personas que se hacen llamar nuestros ‘amigos’, pero que en realidad solo están con nosotros por algún beneficio. Por eso, es importante poner límites. No caigamos en una dependencia amical.

Sabías que:

Las buenas amistades, además de ser una gran fuente de diversión y placer, también son importantes para la salud física y emocional.

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Luego de los primeros cinco años de vida es natural que busque tener amigos fuera de casa. Ese deseo por simpatizar con sus semejantes se percibe cuando conversa con otros pequeños en el parque o en el colegio. Se trata de un proceso que los padres no deben pasar por alto, ya que, según menciona Cecilia Portocarrero, psicóloga del Hospital de la Solidaridad, esos primeros lazos de amistad le permiten al pequeño explorar el mundo, sentirse apoyado y conocer el valor que tiene.

Son tantas las satisfacciones que descubre el niño al tener amigos que deben tener cuidado con los mensajes que transmiten. “A veces, en lugar de preparar al hijo para convivir en sociedad, se le dice ‘si alguien te pega, pégale’ o ‘preocúpate por ti, los demás no importan’, y no se le da herramientas para relacionarse e iniciar una etapa de alegrías y desafíos”, agregó Portocarrero.

LO MEJOR ES...

1. Enseñarle al niño a alegrarse por los logros de los demás.

2. Enviarle algo adicional en la lonchera para que comparta con otros.

3. Permitir que invite a sus amigos a casa o celebrar el cumpleaños de alguno de ellos.

4. Educarlo para que siempre tenga un lenguaje respetuoso con los demás.

5. La forma en que te relacionas con tus amistades es el mejor ejemplo para el hijo de qué hacen los buenos amigos.

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