Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila

Sentada frente a una cámara, pregunta, analiza y comenta. Guapa y seria, su mirada engatusa y despierta a todo un país. conduce ‘Buenos Días Perú’ y su espíritu de investigadora no se detiene. La comodidad de un set no siempre fue lo suyo, por sus venas corre la noticia que se consigue en la calle. Esta vez es ella la que se sienta en el diván de Trome.

¿Volverías a reportear en la calle?

Uno es periodista y sabe que solo ocupa posiciones de momento.

¿Has ido a barrios ‘picantes’?

Cuando me tocaba cubrir policiales.

¿Situación límite?

Capturaron a un delincuente, me acerqué y me escupió.

¿Otra?

Me metieron una patada. Y sin contar lo de su familia...

¿Por qué?

Cuando los trasladan, te insultan, te amenazan para que no los saques y advierten: ‘Ya sé quién eres’.

Pamela Costa se confiesa con Trome
Pamela Costa se confiesa con Trome

¿Una zona complicada?

Me tocó informar en el Vraem.

¿El periodista no descansa?

Seguí la campaña de Ollanta Humala y no tenía tiempo para nada.

¿Tanto te absorbía?

Salía a correr (Humala) a las seis de la mañana y tenía que estar allí para las tomas, lo peor era cuando se adelantaba a las cinco y te cambiaba todo.

¿Hasta qué hora te quedabas?

Se supone que todo acababa a las diez de la noche, de pronto se iba a otra ciudad.

Pamela Costa se confiesa con Trome
Pamela Costa se confiesa con Trome

¿Aprendiste a comer en la móvil?

Hay que hacerlo, en cualquier momento te llaman y te mueven a otro lado.

¿Has ido a polladas?

Por supuesto. Se come con la mano y se chupa el hueso.

¿Otro plato que recomiendas?

Hígado frito de carretilla.

Haznos un tour gastronómico...

En la Plaza Gastañeta, frente al Reniec del Centro de Lima, se encuentra la mejor causa. Si quieres un delicioso cebiche de pota, ve a la avenida España, cerca a la Dinandro, a una cuadra de Alfonso Ugarte.

¿El mejor lugar para bailar?

Ni idea.

¿No te gusta?

No bailo salsa.

¿En serio?

Me quedé detenida en el tiempo.

¿Por qué lo dices?

Escucho rock de los ochenta y noventa, el argentino, también el hip hop inglés.

Pamela Costa se confiesa con Trome
Pamela Costa se confiesa con Trome

Es famosa tu entrevista con Alan García donde le pediste que aclare su frase: ‘Ciudadanos de segunda clase’.

No era una emboscada, le estaba dando la oportunidad de aclarar y no lo tomó a bien.

¿Pidió disculpas?

No lo hizo.

¿Cómo vamos con el fútbol?

Me gusta el internacional.

¿Barcelona de Messi?

No, Atlético de Madrid.

¿Y eso?

He leído su historia, que los latinos llegan a España y se hacen hinchas de ese equipo.

¿Lo sigues?

No es que lo vea siempre, pero sé que su técnico es Diego Simeone.

¿Feminista?

Deseo que hombres y mujeres tengamos las mismas oportunidades.

Todas las chicas no piensan así...

Soy de las que piensan que no hay que desaparecer a los varones.

¿Apuestas por la amistad de hombre y mujer?

Tengo buenos amigos y hablo con ellos.

¿Se puede estar cercano al ‘ex’?

Si la relación terminó bien, sin deudas que saldar, no hay problema.

¿Salir a compartir cosas?

No es mi caso.

¿Qué te saca de tus casillas?

El desorden, ver las cosas tiradas.

¿En casa todos lavan los platos?

Cada uno tiene sus responsabilidades.

Pamela Costa se confiesa con Trome
Pamela Costa se confiesa con Trome

¿Enceras?

No llego a tanto, ja, ja, ja.

¿Cocinas rico?

Hasta ahora nadie se me ha muerto...

¿Especialidad?

Lentejita y arvejita partida.

¿Defecto?

Siempre deseo que las cosas se hagan a mi manera.

¿Temas que te molestan?

Cuando estafan con la salud.

¿Cómo los calificarías?

De miserables.

¿Un placer?

Tomar café.

¿Experta?

Soy barista y también impulso el consumo del café peruano que es excelente.

¿Dónde encontrar toda la información?

Ingresen a la página .

¿Activa en las redes?

En Instagram estoy cerca de los 19 mil seguidores y en Twitter voy en 43 mil.

¿Cómo te estás cuidando?

En la empresa se han tomado todas las medidas de seguridad, hay menos gente en el estudio y con mi compañera Mabel (Huertas) nos sentamos más separadas.

Ahora te dejamos seguir trabajando...

Gracias al diario por pensar en mí para una entrevista. Sorprendida y agradecida.

Sencilla, sin apuros para responder ni esfuerzos para expresarse. Ella tiene historias que aprendió en el camino interminable de un reportero. El resumen de su historia profesional puede ser titulado como un libro de Gabriel García Márquez: ‘Vivir para contarla’.


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