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Con un emotivo mensaje en sus redes sociales, la karateca , que disputará sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020 dejó en claro que ya está lista para su competencia no solo físicamente sino mentalmente.

Alexandra Grande Risco hace honor a su apellido. Con 31 años, es la actual bicampeona panamericana de karate (en la modalidad de kumite) y ha acumulado más de 30 medallas a lo largo de su carrera profesional. Nació en el distrito de Breña, pero creció en el populoso San Martín de Porres. Ella nos cuenta que la vida siempre será dura y que lograr un objetivo no es nada fácil. “Te vas a caer más veces de las que vas a ganar, pero ahí tienes que estar, teniendo mucha paciencia. Han pasado años para tener lo que tengo ahora”, afirmó a este diario.

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Trome conversó con Alexandra Grande a pocas semanas de su debut en sus primeros Juegos Olímpicos,

A pocos días del debut en tus primeros Juegos Olímpicos, ¿cómo lo afrontas?

Estoy emocionada, sí, pero siento que todavía me falta algo más por cumplir. Es un peldaño sumamente grande que acabo de dar, más si mi deporte es olímpico por primera vez. Entonces, estoy contenta por el desarrollo y ser parte de este logro. Me da pena porque me hubiese gustado que haya más deportistas de karate, pero a veces las cosas pasan por algo. Ahora me toca a mí tomar ese rol de poder representar al karate, a nivel de mi país, y ya quiero que sea el día para pelear.

La experiencia en Juegos Panamericanos, ¿te da más confianza para afrontar este reto en los JJ. OO. Tokio 2020?

Créeme que los Juegos Panamericanos es una cosa y los Juegos Olímpicos es otra. Tal vez podría tomarlo igual si fuera un campeonato como un Mundial como los Juegos Mundiales que he ido o los Premier League que he llegado a recorrer en toda esta etapa como para poder clasificar. Esos eventos y esos campeonatos están cerca a los Juegos Olímpicos porque en los Juegos Panamericanos, una chica se ha clasificado, después no hay nadie más y con las que he recorrido en Premier League y campeonatos mundiales que me han tocado participar en todo este tiempo, he estado cerquísima a ellas compitiendo con los tops que vamos a participar en las Olimpiadas y por categoría son solo 10 y ya he peleado contra ellas; me han ganado, pero también les he ganado. Hay un termómetro muy bueno en esa parte.

¿Cómo trabajas el tema mental para tus primeros Juegos Olímpicos?

La parte mental es la más fundamental en todo este recorrido. Yo estoy con una psicóloga ya trabajando para evitar que me presione, recuperar confianza y ser yo mismo dentro de la competencia, lo estoy trabajando desde ya. Es una psicóloga que no es deportiva porque mi entrenador es psicólogo deportivo. Estoy trabajando con una psicóloga clínica, que suma en todo los aspectos y, para mí, es fundamental tener un psicólogo a mi lado y ya tengo buen tiempo trabajando con el equipo.

Qué bueno, lo de la psicóloga, ¿eso te ayudará a manejar la presión?

La presión ya está. Hay prensa que ya te pone medalla, pero yo he tratado de manejarlo con calma. Yo no sirvo bajo presión. Créeme que también hay presión por mí misma y voy a tratar de controlarlo porque por la trayectoria al llegar a un evento importante vas a tener a gente mirándote y comienzas a preguntarte: ¿Y si pierdo? ¿Si no me va bien? Por eso, la psicóloga se tiene que encargar de eso y tengo que llevar esa responsabilidad con tranquilidad. Además, debo darme cuenta de lo que logré no lo hice con presión, sino que llegué siendo feliz y pasándola contenta.

¿Te sientes realizada en el karate?

Desde que tengo uso de razón, el representar a mi país ha sido el sueño más grande de mi vida deportiva y personal. Gracias a Dios lo he llegado a lograr, costándome un montón de cosas, sacrificio, luchar día a día y eso ha ayudado a que logre lo que he querido hacer. De hecho que este sueño que tengo ya viene desde el 2016, que me entero de que mi deporte iba a ser olímpico. Desde allí, ya entra un nuevo reto más en mi vida, un sueño más por cumplir y estoy en el camino. No me siento realizada todavía, siento que hay algo más fuerte que me está esperando por allí y lo estoy tomando con calma. Estoy feliz por todo lo que he logrado hasta ahora, más no satisfecha.

¿Y cuál ha sido lo mejor que te ha pasado en tu carrera deportiva?

Han sido los campeonatos a nivel mundial. Esos eventos me han sumado más para llegar adonde estoy ahora. Los Juegos Panamericanos han sido un evento sumamente importante para el país y para todos. Desde entonces, para mí vale más una medalla mundial, ser la mejor del mundo, ubicarme en el ranking del mundo dentro del top 10. Eso, para mí, ya es haber avanzado un montón. Hay que decirlo los Juegos Panamericanos no te suman ni un punto, pues solamente te dicen eres campeona panamericana, pero yo siempre soñé con ser la mejor del mundo y gracias a Dios lo he logrado.

¿Crees que una ventaja es que te conoces con tu entrenador Roberto Reyna?

Para mí, él ha sido una pieza fundamental en mi carrera deportiva. Yo lo conozco desde que tengo 8 años, pero al 100 por ciento, trabajando conmigo desde el 2017. Antes, no se podía porque la Federación te pone un entrenador nacional. Pese a eso, seguía teniendo contacto con él. Siempre iba a su academia, me ayudaba con mi plan de entrenamiento. Nunca lo dejé de lado y yo confiaba en él a ciegas porque siempre ha querido ser uno de los mejores del mundo, y él me ha enseñado que debo pensar así. Para mí, él es parte de todo esto y gracias a Roberto soy lo que soy ahora.

Qué bueno que reconozcas ese apoyo de él.

Es que, claro, el deportista no puede ir solo. Si no es el entrenador, es el preparador físico, está el psicólogo, la familia o mi equipo. Yo no trabajo sola, yo no me hago sola. Yo he tenido que invertir en mi equipo para lograr cosas y con él a todos lados. Para mí, Roberto Reyna es un padre. También un agradecimiento a todos mis entrenadores, en general.

Leí por ahí de alguna lesión, ¿cómo vas con esas molestias?

Las molestias siempre van a estar. Lamentablemente somos deportistas y estamos expuestos a eso. Nos lesionamos siempre, ya que habrá golpes, contusiones, pero eso no me va a parar en mis entrenamientos. Ahora estoy al 100 por ciento. Tal vez los pequeños dolores en la rodilla, que siempre van a estar, ya que lo vengo jalando hace años. Si fuera así no me hubiese metido en esto.

¿Ya tienes planificado el viaje?

De repente estoy entre el 22 o 23 de julio, ya me dirán.

Tu entrenamiento, ¿cómo va de cara a Tokio?

Mi entrenamiento ya empezó desde el año pasado con miras a Tokio. No estoy haciendo nada nuevo (risas). Esta preparación no ha empezado desde hoy ni empezó hace cinco días. Estoy siguiendo el plan que se viene cumpliendo tal cual y estoy entrenando sin descanso. A veces, el cuerpo pide parar, pero el sueño, objetivo y ganas de ser la mejor están allí.

Tras los Juegos Olímpicos de Tokio, ¿qué harás?

Yo sé que después de Tokio voy a necesitar un descanso mental y físico porque no se ha parado desde hace cinco años. He recorrido mucho, es algo muy cansado y matado. Tal vez muchos deportistas después de los Juegos Olímpicos hagan lo mismo. En noviembre tengo un campeonato mundial, pero después de Tokio siento que tengo que descansar un poco para volver a tener ganas y empezar de cero. Yo pienso todavía quedarme hasta los Juegos Panamericanos de Chile porque quiero hacer historia.

¿Qué te dio el karate?

Me ha formado como persona y deportista. Me dio hartos valores y ha hecho que mi personalidad sea mejor. A pesar de que he sido una niña alegre, me formó mucho en todos los aspectos. Me hizo conocer el mundo. El karate me ha hecho llorar, pero llegué a un umbral que no pensé alcanzar. A veces el cuerpo está cansado y existe esas ganas para seguir y lograr ese objetivo.


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