Por fin, luego de 36 años de espera, el pueblo peruano puede recuperar la alegría y ver a su selección en un mundial. La podrá ondearse en con orgullo y unidad, como viene siendo hasta ahora.

Esta clasificación ha sido dura y los peruanos lo saben. Por eso, el último pitazo que nos entregó la victoria se vivió como ningún otro. Además, la Federación Peruana de Fútbol organizó una puesta en escena para la celebración que no tiene precedentes.

Rápidamente, se armó un escenario en medio de la cancha del Estadio Nacional. Eva Ayllón puso la dosis de criollismo que tanto se necesitan en celebraciones como estas. A una sola voz, los peruanos cantaron 'Contigo Perú' a todo pulmón.

Después, los jugadores de la selección peruana salieron de los camerinos y atravesaron un cordón humano que habían preparado para ellos. Los seleccionados fueron recibidos por una hinchada emocionada y llena de agradecimiento.

Vasos gigantes de cerveza fueron entregados a los jugadores, quienes la lanzaron por el aire como si fuera champaña. Entre gritos, saltos y llantos de felicidad, se armó la jarana en medio del Estadio Nacional.

Fue ahí cuando los seleccionados se sentaron en los cajones que usaron los músicos de Eva Ayllón y demostraron que de criollismo y peruanidad, ellos pueden dar clases. Con unos ágiles pasos, Pedro Gallese demostró que no solo se mueve bien con las manos.

Luego fue el turno de Luis Advíncula, quien divirtió a todos con unos singulares pasos de baile que dejaron en alto el ritmo chinchano. La victoria peruana se convirtió en fiesta y no es para menos. ¡NOS VEMOS EN RUSIA!

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