La llegó al Mundial de Rusia 2018 gracias a los goles de y , futbolistas claves en esa Eliminatoria y de nivel internacional. Los buques insignia del equipo liderado por Ricardo Gareca cumplieron su misión: sacar al equipo adelante y hacer goles claves. Hoy, , Alex Valera e incluso parecen ser figuritas que no alcanzan para competir nuevamente.

Paolo Guerrero fue determinante a lo largo de la Eliminatoria y Jefferson Farfán en partidos determinantes como el repechaje ante Nueva Zelanda, ante ausencia del “Depredador”. Con jerarquía en ataque la selección encontró resultados inesperados y peleó hasta el final, ayudado por el incidente con Bolivia que nos dio tres puntos en mesa.

Así, la selección peruana clasificó al repechaje (en un final con gol agónico ante Colombia de Paolo Guerrero) y un duelo ante Nueva Zelanda que se celebró gracias al gol que abrió el camino de la victoria de Jefferson Farfán.

Rumbo a Qatar 2022 fue todo lo contrario: la selección se fue cayendo en el final y le alcanzó para un repechaje fallido ante Australia, precisamente por la falta de figuras de jerarquía. No alcanzó con Gianluca Lapadula o Christian Cueva. Faltó ese experimentado, ese líder de trayectoria superior para el puntillazo final.

Los cambios en ataque

Hoy, con Juan Reynoso, ni Paolo Guerrero ni Jefferson Farfán están en su mejor momento deportivo para soñar con volver a la bicolor, incluso ya estando bien físicamente, la edad les juega en contra. Ante ello, Reynoso se las debe arreglar y buscar variantes en ataque.

He ahí el problema. Gareca no dejó nada en siete años para soñar con un recambio progresivo en ofensiva. El “Tigre” apeló a Guerrero, luego s Santiago Ormeño, descartó a Ruidíaz y lo más novedoso que obtuvo fue Gianluca Lapadula, quien arrancará las Eliminatorias del 2023 con 33 años.

¿Qué le queda?

Por ahora Alex Valera, un cumplidor delantero que tras brillar en Universitario dio el salto al fútbol de Arabia Saudita, una apuesta que aunque buena, no alcanza ni por asomo a la experiencia y jerarquía de Paolo Guerrero.

La otra gran apuesta es volver a insistir con Raúl Ruidíaz, aunque eso implique reacomodar el juego de la selección peruana, acostumbrado a todo menos a un delantero de las características de la “Pulga”. Luego no hay más y he ahí el hueco que dejó Gareca: el Tigre no buscó el recambio ni trabajó con éxito en encontrar jóvenes figuras.

Pendiente que ahora deberá resolver Reynoso con las Eliminatorias encima. Y, lo peor de todo, con un universo de posibilidades bastante limitado.


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