POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación

El congresista , de , no descolla por su oratoria y buenas maneras. Por el contrario, es conocido por sus arranques matonescos contra la prensa y todo aquel que mencione a su padre, José Luna Gálvez, quien se encuentra detenido por sus vínculos con los magistrados corruptos de ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’.

Sin embargo, pese a esas notorias deficiencias, Luna se ha convertido en un operador político de cuidado en el Congreso. Dirige la hoy poderosa Comisión de Defensa del Consumidor (Codeco), en donde se han cocinado y aprobado las más alucinantes leyes populistas.

Una de ellas es el retiro de S/ 4300 de los pensionistas de la ONP. Luna y el candidato presidencial de su partido, el bullanguero congresista Daniel Urresti, ‘sacan pecho’ por lo conseguido.

Sin embargo, no explican que eso causará un forado de ¡16 mil millones de soles!

Lo ocurrido, que aparenta ser justo, es un disparo al corazón a nuestra alicaída economía. La consecuencia será que, cuando Luna y Urresti ya no sean parlamentarios y disfruten de su cómoda vida, los propios pensionistas jubilados se quedarán sin sueldo.

Por si fuera poco, en agosto pasado, Luna consiguió una verdadera hazaña: logró que el pleno del Congreso le diera a la Codeco facultades para investigar a los organismos que tienen la misión de fiscalizar los cobros de telefonía, luz, transporte, agua y a las entidades bancarias.

Casi nadie lo sabía hasta que, la semana pasada, los medios informaron que Luna —aprovechando esa prerrogativa— le había pedido a la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), que dirige Socorro Heysen, información estrictamente reservada.

Le solicitaba, entre otras cosas, copia del registro central de todos los peruanos deudores, mensajes internos de correos electrónicos entre los funcionarios de SBS y los bancos, así como información confidencial de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la estratégica y reconocida entidad que combate el lavado de activos.

Con justificada razón, Socorro Heysen hizo públicos los sospechosos pedidos de Luna. En represalia, el congresista la llamó a declarar ante su comisión, que se suspendió por falta de quórum.

¿Qué pretende hacer Luna con esa información, proteger a sus amigos y chantajear a sus enemigos políticos?, se preguntan preocupados quienes combaten el crimen organizado. Tienen poderosas razones para estarlo: su padre es investigado por lavado de dinero.

Hasta donde se sabe, al mismo Luna también le aguarda una investigación similar apenas deje de ser congresista. Luna estaba familiarizado con los magistrados y funcionarios corruptos que ayudaron a su progenitor a inscribir, con firmas falsificadas, a su partido Podemos Perú.

Entre estos se encuentra José Luis Cavassa, un viejo operador político, quien, pese a que existen pruebas en su contra, salió en libertad y ahora está con arresto domiciliario.

Luna cree que la prensa es como su mediocre universidad Telesup. Se equivoca, estaremos vigilantes. Nos vemos el otro martes.

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