El asesinato de la enfermera Selene Mabel Martínez Samamé (43), quien a unas cuadras del , habría sido de índole pasional, pues en sus redes sociales escribió que hace poco terminó una relación sentimental.

El coronel PNP Tomás Garay, director del penal de Lurigancho, donde la desafortunada profesional del laboraba desde hace 15 años, contó que ella no recibía amenazas, llamadas o mensajes intimidantes de ningún tipo.

“Era la encargada del programa de VIH y fue una de las fundadoras de la clínica que se instauró en el penal. Era muy dedicada a su trabajo”, dijo el oficial a cargo del penal de Lurigancho, uno de los más hacinados del país. 

Por su parte, los compañeros del INPE de Selene Mabel Martínez Samamé llegaron hasta las instalaciones de la Morgue Central de Lima para despedirla y protestar enérgicamente por los asesinatos a sus colegas.

Otra versión que se teje en torno a este asesinato es que, según algunos de sus compañeros de trabajo, todo se habría tratado de una venganza por parte de un interno ya que ella se habría convertido en la mano derecha del coronel PNP Tomás Garay.

En base a sus recomendaciones, el director del penal de Lurigancho había realizado varios traslados, cambios que no habrían sido del agrado de algunos reos ya que la trabajadora habría dado nombres de internos problemáticos.

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