Mientras que en algunos penales del país la semana pasada decenas de reclusos se amotinaron por supuestos contagios de , en el penal de Chincha, en , la historia es completamente distinta. Cerca de 3 mil reclusos realizaron una cadena de oración para clamar a Dios que pronto se encuentre la cura para el COVID-19 y la pandemia llegue a su fin.

“Esta iniciativa espiritual, motivará a los reclusos de los 68 penales del país, para que continúen con la cadena de oración en forma simultánea”, expresó el director del establecimiento penitenciario de Chincha, Willy Ruiz Peña.

Refirió que los reclusos están sometidos a un control sanitario contra el COVID-19; además, que las visitas se han restringido para evitar que alguna persona del exterior pueda contagiarlos.

En un vídeo difundido, los reclusos se encuentran orando de rodillas fervorosamente desde sus pabellones, clamando a Dios, luego entonan canciones espirituales glorificando a Dios.

“Sabemos que tú eres nuestro ayudador y nuestra confianza tiene que estar en ti padre santo, Señor. Él que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del omnipotente, y solamente tú padre santo, lo cuidarás bajo tus alas, si confiamos en ti", oran los internos privados de su libertad.

Al concluir la oración, los internos cantan alabanzas acompañado por una guitarra, “Jesucristo, Jesucristo, yo estoy aquí...”, corean los reclusos dando aplausos.

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