Al llegar a Lima, Graciela Aguilar Estrella trabajó ende su hermano y cuñada en el distrito de Ate. Con el pasar de los meses, ellos se retiraron y le traspasaron el negocio. Así nació la bodega ‘Chelita’ hace 30 años.

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“Como ya conocía el funcionamiento de la tienda, mi familia me animó a tomar la posta. Al inicio tuve miedo, encima no vendía mucho. Esta situación no me desanimó, mas bien busqué la manera de captar clientes. Ahora vendo abarrotes, productos de limpieza, verduras y frutas. Todos los días voy tempranito al mercado para comprar mis productos frescos y de la mejor calidad”, cuenta orgullosa esta comerciante y madre de dos hijos.

Las exhibidoras siempre están surtidas de gaseosas, bebidas rehidratantes, yogures y latas de cerveza. Fotos: Allengino Quintana / Trome.
Las exhibidoras siempre están surtidas de gaseosas, bebidas rehidratantes, yogures y latas de cerveza. Fotos: Allengino Quintana / Trome.

Durante ella siguió atendiendo con la ayuda de su pareja. Sin embargo, no fue fácil adaptarse a esta nueva etapa.

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“Todo cambió. Debimos implementar los protocolos para evitar el contagio del virus. Me costó adaptarme a esta nueva forma de vender, usando termómetro y guantes, y manteniendo la distancia social. Aquí es donde lanzamos nuestro servicio de delivery, para lo cual recibimos la ayuda de un sobrino que se quedó sin trabajo”, revela ‘Chelita’, como cariñosamente la llaman sus asiduos clientes.

Cada espacio de su local es estratégicamente utilizado para mostrar sus productos. Sus estantes pueden llegar hasta el techo, donde pone artículos de menor peso, como bolsas de papel higiénico y papel toalla.

Las vigas son ideales para colgar tiras de snacks y las exhibidoras siempre están surtidas de gaseosas, bebidas rehidratantes, yogures y latas de cerveza.

“Esto también lo hemos aprendido en el camino”, dice la dueña con una amplia sonrisa.

CONCURSO

Hace unas semanas, ‘Chelita’ ganó el concurso ‘Mi Bodega Favorita 2021’. “Mi hija se enteró por Facebook del evento y me inscribió. Ella desde el inicio estuvo muy entusiasta, incluso le pedía y enseñaba a los clientes a votar por mi tienda (risas). También le decíamos a las personas que hacen sus pedidos por WhatsApp. Nunca pensé que ganaría, fue una gran sorpresa para mí el resultado. Agradezco a por promover este tipo de concursos para los bodegueros. Es una forma de motivarnos”, señala Graciela.

La bodega ‘Chelita’ está ubicada en la calle Los Yungas 204, en Salamanca, Ate.

BUENA INICIATIVA

“En Indecopi nos sentimos muy contentos y entusiasmados de promover actividades de este tipo (concurso Mi Bodega Favorita), que buscan alentar a las y los pequeños emprendedores a seguir adelante, pese a las adversidades. Somos un aliado estratégico y estaremos allí siempre para asesorarlos y brindarles el apoyo que necesiten”, expresó Hania Pérez de Cuéllar, presidenta del Indecopi.

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