El nuevo sigue dejando dolor y luto en nuestro país. Esta semana se reveló que hay subregistros de fallecidos que no han sido incluidos en las cifras oficiales y aumentan las críticas al gobierno por no controlar la situación. Desde Washington D.C., Estados Unidos, el destacado (67), oncólogo, epidemiólogo y especialista en salud pública, habló con Trome para explicarnos mejor el panorama.

Doctor Huerta, ¿por qué se está dando esta explosión de contagios y fallecidos en Perú y no sucede en otros países de América Latina, con excepción de Brasil?

Esta pandemia tiene más de 120 días y han ocurrido explosiones de casos, primero en China, luego en Italia, Nueva Orleans (Estados Unidos). No es raro lo que estamos teniendo, tal vez en algunos países más que otros, dependiendo de su grado de preparación y del tipo de población. El Perú tiene más casos, porque las personas no acataron como debieron las órdenes de cuarentena.

¿Y por qué los otros países (de América Latina) no lo están teniendo?

En realidad sí. Ecuador es el peor ejemplo, Colombia también. Argentina recién está empezando y su ola va a llegar en dos semanas más. No es justo decir que solo nuestro país está sufriendo más.

A su criterio, ¿el gobierno tomó las medidas correctivas en el momento justo o ya fue tarde?

Fue en el momento justo. Perú es uno de los países que más rápido ha reaccionado en América Latina.

El jueves 30 se reportaron 108 muertes en un solo día, la cifra más alta hasta la fecha. ¿Ya llegamos al pico?

Estamos en el pico, en la meseta. Cuando se habla de pico hay varios tipos. Algunas ciudades de Italia han tenido un pico que ha durado tres o cuatro días y de ahí ha bajado, y en otras les tomaron como dos o tres semanas en descender. El Perú está teniendo un tipo de pico largo.

¿Y este pico largo cuánto tiempo duraría?

Ha empezado en la tercera semana de abril. Quizás se extienda por una semana más.

¿En qué momento considera que la curva se vaya a aplanar? ¿De qué factores depende?

En realidad, es difícil decir cuándo. Esta pandemia es la primera vez que se presenta y cada región es diferente. Se puede decir que tenemos una epidemia peruana, así como los chilenos tienen la de ellos. No está bien comparar porque no hay un patrón. ¿A qué le decimos que es lo normal, a lo de Suecia, que ha dejado morir a más de 2 mil viejitos porque no han cerrado sus negocios? El aplanamiento de la curva depende de dos factores. Uno es el distanciamiento social, cuán efectivo es y cuánto acata la gente. Sin embargo, cómo esperar que funcione, cómo es posible que en el día 48 (ayer) de una cuarentena haya miles de casos. ¿Dónde se han contagiado? En plena cuarentena. El segundo es la identificación temprana de los casos positivos y el seguimiento de sus contactos de aislamiento, de sus infectados.

Dicen que la estrategia del gobierno está fallando y hay que hacer otra cosa. ¿Comparte esa opinión?

No. Creo que hay que ajustar. Es injusto decir que ha fallado (la estrategia) y que hay que cambiar. El Perú ha hecho bien las cosas. Aquí hay que hacernos una pregunta: ¿qué sistema de salud hemos tenido los peruanos? Acaso hemos tenido el mejor de Europa, pretendemos que el Perú sea perfecto y que no muera nadie, teniendo un sistema de salud precario por décadas y que se cae a pedazos. Si no hubiéramos hecho lo que hicimos, en este momento el país estaría contando miles de muertos en las calles, en las plazas, en todo lado.

‘NO VA A MEJORAR’

¿Ve posibilidades de que esto mejore a mediano plazo?

Va a bajar el número de casos obviamente, pero esto no va a mejorar en ninguna parte del mundo. Por los próximos dos años el planeta entero va a soportar infecciones, brotes, enfermedad y muertes, así que el virus no puede ser la excepción. El Perú tendrá igual número de muertes que en otros países del mundo, hasta que tengamos la vacuna.

La informalidad en el Perú es tremenda. Nadie había previsto que tantas personas de provincia vivían en Lima y que si no tenían dinero para comer o pagar sus cuartos tenían que regresarse. ¿Esas aglomeraciones son el principal foco de contagio?

Sí, son un foco importante. Las migraciones van a llevar los casos al interior del país. El otro foco son los mercados. Esa foto de los mercados es increíble. Lima tiene dos de cada tres casos de infectados en el Perú. Esto es tremendo. Hay seis distritos que tienen más de 500 casos, como San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Villa El Salvador y Ate. Eso es consecuencia de que la gente sale, está en las plazas, en los mercados.

Es fácil hablar, pero ¿qué recomendaciones concretas daría para que esta curva empiece a descender?

La bajada va a ser larga con todos los problemas que tenemos en el Perú. Si vemos en otros países, la subida es más empinada y la bajada se extiende mucho más, pero no hay que guiarse por el número de muertos, porque es lo último que disminuye. La cantidad es relativa, porque los fallecidos de hoy día son de incluso hace tres semanas. Lo prioritario aquí es que se mantenga el distanciamiento social ya sea voluntario, que se sigan usando las mascarillas de manera obligatoria, que se insista en la higiene, que se trate de mantener al máximo la atención de los casos en los hospitales y se evite que se desborde todo. Si en 48 días ya estamos desbordándonos, sería terrible que nos desbordemos más.

‘SE VAN A PRODUCIR BROTES’

Si se levanta la cuarentena el 10 de mayo y se vuelve a las actividades gradualmente, ¿sería algo negativo para esta pandemia?

Ya se tiene que levantar. Hay mucha gente pobre en el Perú. Seis millones de personas no tienen qué comer, entonces ya es demasiado. Esa gente ya no va a obedecer más, si no hizo caso en 48 días, qué va a hacerlo en 60 días que se levante esto. Hemos llegado al tope del distanciamiento social obligatorio. Vamos a tener que aprender ahora a vivir, a identificar casos. Se van a producir brotes por aquí y por allá.

¿Esto quiere decir que este brote podría ser peor en nuestro país?

Nadie lo sabe. Justo el jueves le hicieron la misma pregunta al experto máximo de epidemiología en Estados Unidos y él dijo que no se sabía. No tenemos idea de cómo sería un segundo brote. Si sería un brote brutal como en 1918 con la mal llamada ‘gripe española’ o va a ser pequeño.

En esta cuarentena se ha visto a mucha gente desafiando el aislamiento, creyendo que no les va a pasar nada. ¿Cómo podría combatirse eso?

Una manera de combatirlo es a través del marketing. Saber, por ejemplo, a quiénes escucha y hace caso esa gente que dice que no le importa nada o . Eso se tiene que saber con ayuda del marketing y de sociólogos para saber cómo llegar a ellos.

¿Es cierto que estamos en la fase más crítica de la enfermedad? ¿Qué quiere decir eso?

La fase más crítica significa que es la más crítica para el sistema de salud. Recordemos que esta cuarentena no es para eliminar el virus, sino para evitar un mayor colapso de los hospitales. Estamos en el peor momento de la enfermedad desde el punto de vista de la salud pública, ya no hay frigoríficos para los muertos y las personas que están enfermas tienen dificultades para ser atendidas. Tenemos más de 5 mil enfermos hospitalizados y están esperando camas. Creo que solo quedan decenas de camas UCI.

¿Después de esta fase qué viene?

La gente se va a seguir enfermando, muriendo, pero ya se sacó la tapa de la olla. Esto es el hervidero. Una analogía sería lo que pasó con China. Ellos pusieron la tapa de la olla de presión casi por dos meses en Wuhan hasta que reventó y de ahí la enfermedad saltó a Europa. En el Perú igual se ha puesto la tapa de la olla de presión y va a reventar.

NO ESPERAR LA PRUEBA

¿Cómo convivir con un paciente con coronavirus?

Si un pariente es diagnosticado con coronavirus, primero hay que ver si en la casa vive otro paciente de riesgo con presión alta, diabetes u obesidad y protegerlo, poniéndolos a ambos en habitaciones aparte, con baños separados y una limpieza extraordinaria. Todos deben usar mascarilla.

¿Qué hacer si comienzan a presentar los síntomas?

En caso una persona amanece con tos, nariz tupida y fiebre, tiene que suponer que está contagiado, aislarse en casa y no esperar la prueba. El test no va a dar ninguna ventaja terapéutica, porque no hay medicina. Si durante la semana empieza a notar falta de aire, como si hubiera subido del primero al último piso de un edificio, debe de ir al hospital.

¿Existe una manera de reconocer a los pacientes asintomáticos?

Ninguna. La única forma de descubrirlo es averiguando si en los últimos 15 días tuvo contacto con algún paciente positivo.

¿Cuál es la diferencia entre el resfrío, gripe, alergia y el coronavirus?

Las cuatro tienen síntomas comunes. El resfrío ocurre una vez al año y dura cuatro o cinco días. Viene con mucha congestión nasal, estornudo y cualquier cantidad de moco. Todo está en la cabeza. No hay dolor del cuerpo ni fiebre. La gripe es totalmente fuerte. Al que le ha dado la recuerda toda su vida. Empieza con un catarro, estornudo, dolor de garganta y a las pocas horas la persona cae en cama con una fiebre de 40 grados, escalofríos brutales y le duele todo. Está tres días como un muerto y se da una vez al año o cada dos o tres años. La alergia inicia con un estornudo y mucosidad hasta siete días seguidos. Para dos o tres días y luego vuelven los síntomas. El coronavirus se parece, pero la gran diferencia es que si una persona empieza con moco es muy poco probable que esté contagiada. Provoca congestión, pero no catarro.

Sáquenos de la duda, ¿el virus está en la ropa, zapatos, pelo o periódico?

No. En realidad puede quedar si alguien estornudó o escupió en un periódico, en los zapatos o en la cabeza de alguien. En esos mocos va a estar el virus obviamente, pero eso es poco probable que ocurra.

“HACE 32 AÑOS VIVO EN WASHINGTON”

¿Quién lo motivó a ser médico?

Desde niño quise ser médico. Tengo varios tíos médicos que me inculcaron esto.

Muchos lo conocen solo como oncólogo, pero también ha seguido otras especialidades…

Soy médico internista. Me especialicé en oncología, prevención del cáncer, salud pública y epidemiología. Me gradué en San Marcos. Tengo un cariño muy grande a mi universidad. Hace cinco o seis años me dio el grado de Doctor Honoris Causa.

¿Por qué decide irse a Estados Unidos?

Cuando era oncólogo en Neoplásicas, mis pacientes se morían porque llegaban con cánceres avanzados. Ellos no sabían que se podía detectar y prevenir. El día que cambió mi vida fue cuando llegó una mujer de unos cuarenta años en medio de un charco de sangre. Tenía cáncer de útero. Cuando traté de poner mis dedos en su vagina no pude entrar porque tenía un tumor que parecía una coliflor sangrante, brutal. Ella no sabía qué era el papanicolaou. Ahí decidí dejar la oncología médica y estudiar en la prevención y el control del cáncer. El único lugar donde podía hacerlo era en Estados Unidos. Fue en los años 80.

¿Con quiénes vive?

Me mudé hace 32 años. Vivo en Washington D.C. con mi esposa Susan. Tengo dos hijos: Ricardo (26) y Patricia (22).

Si fuera una autoridad en el Perú y pudiera cambiar algo, ¿qué haría?

Crearía un sistema primario de salud en San Juan de Lurigancho. No se puede tener un solo hospital para un millón y medio de personas. Hay que ser tontos para hacer eso. Se tiene que mapear el distrito y contar cuántas postas médicas se necesitarían, de acuerdo a la población y a la geografía. Si se necesitan 300 postas, yo construiría 300, cada una bien equipada, con médicos, enfermeras, para que la gente no tenga que ir a otros lugares.

¿Qué lección o conclusión principal está sacando de esta pandemia?

Lo que estamos sacando es que el ser humano ha vivido equivocado en los últimos 100 años desde la pandemia anterior. Hemos pensado equivocadamente que somos los reyes de este planeta, que podemos talar árboles, contaminar, meter dinamita al subsuelo. Hemos aprendido que una simple molécula nos ha puesto de rodillas y tenemos que aprender que en este mundo somos una especie animal más, como lo es una hormiga, una ardilla o un gato. Seremos más inteligentes, pero tenemos que ser humildes y aprender a respetar a este planeta.

Muchas gracias, doctor.

Gracias a Trome. Estoy a la orden. Hasta la próxima.

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